Karst: qué es, características y cómo se forma

Los karst son relieves formados en un entorno de materiales carbonatados a causa de la acción del agua acidificada que permite la disolución de dichas rocas. A su vez, la fluctuación de las concentraciones de los minerales disueltos permite su precipitación, con la consiguiente formación de espeleotemas, entre otros. El resultado es una serie de relieves característicos que no se dan en otras rocas debido a su resistencia a la meteorización química.

La circulación del agua en estos ambientes no solo permite la formación de acuíferos de origen kárstico, en ocasiones, también posibilita una clara diferenciación entre las aguas superficiales y subterráneas. A este respecto, el conjunto de aguas duras presentes en numerosas zonas de España hace referencia a su elevada mineralización, que se manifiesta en la presencia de calcio y magnesio. Estos iones presentes en el agua están vinculados con los paisajes kársticos, ya que los carbonatos poseen importantes cantidades de ambos en su composición.

Los paisajes kársticos pueden formarse durante la litificación de la formación carbonatada o posteriormente. En el primer caso, hablamos de una karstificación singenética, mientras que la karstificación postgenética afecta a un conjunto de rocas carbonáticas ya concebidas.

La infiltración de agua acidificada permite la disolución de los carbonatos y la formación de estructuras que aumentan aún más la cantidad que puede atravesar el terreno. Por tanto, se produce una erosión muy intensa, dejando la zona superficial libre de aguas de escorrentía. Bajo la superficie, el agua discurre dejándose ver en manantiales y surgencias donde el nivel freático corta el terreno. En general, se trata de relieves muy irregulares en superficie, aunque su complejidad puede materializarse en profundidad.

Si nos fijamos en el lugar donde se emplazan las diferentes formas del relieve kárstico podemos distinguir entre elementos endokársticos o exokársticos. Los primeros están en contacto con la superficie, mientras que los segundos se forman en el interior de las cuevas. A continuación, se detallan algunas de las estructuras características del paisaje kárstico.

Estructuras en relieves endokársticos

Suelen ser las más sutiles al encontrarse bajo la superficie. Sin embargo, la complejidad de sus recovecos y los procesos actuantes permiten la formación de estructuras de gran potencial turístico y científico:

• Espeleotemas: formaciones de roca formadas por la precipitación mineral en cavidades subterráneas. Existen infinidad de variedades, las más importantes son las estalagmitas, estalactitas y columnas.
• Cavernas: son cavidades de considerable tamaño producidas por la disolución de las rocas carbonáticas entre el nivel freático y la superficie del terreno.
• Sifones: cavernas inundadas que se encuentran bajo el nivel freático.
• Sumideros: formación de tierra abundante en los paisajes kársticos por donde se infiltra el agua superficial.

Estructuras en relieves exokársticos

Suelen ser las más llamativas dado que permanecen en superficie y a la vista. Al estar por encima del nivel freático, los procesos de erosión son muy intensos, aunque eso no descarta que se puedan dar procesos de precipitación:

• Lapiaces o lenares: relieves abruptos repletos de surcos y acanaladuras a causa de la intensa disolución de los carbonatos por la erosión hídrica.
• Simas: conductos verticales comunicados con la superficie por los que se cuela el agua.
• Dolinas: depresiones circulares causadas por la subsidencia del terreno debido al colapso de una cavidad subterránea.
• Úvalas: estructuras formadas por la unión de dos o más dolinas.
• Poljé: depresiones planas de terreno calcáreo de al menos 400 metros confinadas por relieves abruptos. En este artículo encontrarás más información sobre el Poljé: qué es, características e importancia.

Durante la formación de un perfil kárstico, el nivel freático es un elemento indispensable para entender los procesos predominantes en cada sector del terreno. A continuación, se estipulan los pasos básicos que ocurren en la concepción de un relieve semejante:

1. En primer lugar, se produce la infiltración del agua meteórica a través de las formaciones carbonatadas. La actividad biológica permite la acidificación del agua y la consiguiente formación de ácido carbónico. Esta sustancia permite transformar los componentes de las rocas en sustancias solubles en agua (bicarbonato cálcico).
2. Como consecuencia de la disolución predominante en la zona vadosa, se produce un evidente proceso de erosión que permite el colapso de los materiales y la formación de relieves abruptos.
3. La desintegración del terreno, los agentes geológicos externos y la actividad biológica permiten la formación de suelo calcáreo. Este actúa como un sumidero facilitando la infiltración del agua y propiciando tierras fértiles útiles para su cultivo.
4. En profundidad, la cercanía del nivel freático permite la predominancia de la precipitación mineral. Como consecuencia de la pérdida de CO² en un fluido mineralizado, se produce una sobresaturación de este que se solventa con la neoformación mineral. Por consiguiente, las cavidades subterráneas albergan complejos relieves endokársticos.

Además, los carbonatos poseen una solubilidad retrógrada, por lo que esta aumenta al disminuir la temperatura. Debido a la presencia de Mg, la dolomita se disuelve preferentemente a temperaturas de 40 °C, mientras que la calcita lo hace a 15 °C. Por esa razón, los relieves kársticos suelen formarse en mayor medida en rocas cálcicas sin magnesio y yesíferas, y no tanto en terrenos dolomíticos. Sin embargo, las aguas frías ricas en CO² pueden disolver con mayor eficacia los carbonatos dando paisajes kársticos más extensos.

• En primer lugar, corresponden paisajes ideales para explicar procesos como la precipitación mineral, la solubilidad y la resistencia de las rocas a la meteorización química.
• Los espeleotemas proporcionan a los científicos información valiosa sobre la evolución climática.
• Sus enormes cavidades, proporcionan acuíferos de grandes dimensiones, fortaleciendo los recursos hídricos de cada país.
• Los suelos asociados a ellos poseen una fertilidad considerable que garantiza el mantenimiento y productividad del sector primario.
• Desde el punto de vista turístico, corresponden terrenos atractivos que refuerzan el patrimonio natural de un país.
• Los terrenos kársticos corresponden no solo una sustanciosa fuente de ingresos, sino un campo de pruebas donde entender los procesos físicos y químicos que afectan a las rocas carbonáticas a fin darles un uso en diversas industrias.

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