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Qué es un cerro y cómo se forma

 
Josefina Bordino
Por Josefina Bordino, Ambientóloga. 12 mayo 2025
Qué es un cerro y cómo se forma

Un cerro es una elevación natural del terreno, de menor altura que una montaña, con formas generalmente redondeadas o suaves. Se forma a través de distintos procesos geológicos, como el levantamiento de bloques de tierra por movimientos tectónicos, la acumulación de materiales volcánicos, o la erosión diferencial, donde las rocas más resistentes permanecen mientras el entorno se desgasta. Quédate leyendo sobre qué es un cerro y cómo se forma en este post de GEOenciclopedia.

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Índice
  1. Qué es un cerro
  2. Tipos de cerros
  3. Cómo se forma un cerro
  4. Diferencia entre cerro y montaña

Qué es un cerro

Un cerro, a veces llamado colina, es una elevación natural del terreno de menor altura que una montaña, que se forma por procesos geológicos a lo largo de miles o millones de años. Aunque no existe una medida precisa que lo distinga de una montaña, en general se considera cerro a aquellas elevaciones de dimensiones más modestas, que no presentan picos abruptos ni alturas extremas.

Los cerros pueden surgir por el movimiento de las placas tectónicas, la acumulación de sedimentos o la erosión diferencial, que desgasta el terreno de manera desigual. Su forma suele ser redondeada o ligeramente inclinada, y muchas veces se integran en paisajes rurales o áreas naturales protegidas. Dependiendo del clima y del suelo, pueden estar cubiertos de pastizales, bosques o incluso de vegetación xerófila.

En muchas culturas, los cerros tienen un valor simbólico y espiritual. Son considerados lugares de encuentro, sitios de rituales o simplemente puntos de referencia en el territorio. Además, en contextos urbanos, algunos cerros se convierten en miradores naturales que permiten apreciar la ciudad desde una perspectiva única.

A nivel ecológico, los cerros son refugios importantes para diversas especies de flora y fauna, muchas de ellas adaptadas a condiciones específicas de altitud y suelo. También cumplen una función clave en la regulación del agua, actuando como captadores de humedad y como zonas de recarga de acuíferos. Por su belleza y significado, los cerros forman parte esencial del patrimonio natural y cultural de muchas regiones del mundo.

Qué es un cerro y cómo se forma - Qué es un cerro

Tipos de cerros

Los cerros son formaciones naturales que varían en su origen, forma y composición. Cada tipo refleja los procesos geológicos y ambientales que lo moldearon a lo largo del tiempo. Reconocer sus diferencias permite comprender mejor el paisaje y valorar la riqueza natural que nos rodea. En la próxima lista, presentaremos los principales tipos de cerros:

  • Cerro testigo: es un fragmento de una antigua meseta que resistió la erosión mientras el terreno circundante se desgastaba. Suele tener una cima plana y bordes escarpados, como un testigo del relieve anterior.
  • Cerro isla: se forma cuando una elevación queda aislada en una llanura debido a la erosión o movimientos tectónicos. Suelen destacar en el paisaje por su altura y soledad.
  • Cerro residual: surge a partir de la erosión de materiales más blandos, dejando expuestos núcleos de roca más resistente. Es testimonio de cambios lentos, pero constantes en el terreno.
  • Cerro volcánico: es el resultado de antiguas erupciones. Se compone principalmente de lava solidificada, cenizas y otros materiales volcánicos. Algunos mantienen formas cónicas muy reconocibles.
  • Cerro morrénico: formado por la acumulación de sedimentos que dejaron los glaciares en su retroceso. Suelen ser de perfil suave y material poco consolidado.
  • Cerro de falla: aparece por el movimiento de fallas geológicas que elevan bloques de tierra. Sus formas pueden ser abruptas y presentan fracturas visibles en algunos casos.

Cómo se forma un cerro

Un cerro es el resultado de procesos naturales que transforman lentamente el paisaje. Su formación puede deberse a movimientos internos de la Tierra o a la acción constante de agentes externos como el viento, el agua o el hielo. A continuación, presentaremos los distintos procesos que dan origen a los cerros:

  1. Movimientos tectónicos: la presión entre las placas de la corteza terrestre puede generar el levantamiento de bloques de terreno, formando cerros y otras elevaciones. Este proceso puede durar millones de años.
  2. Volcanismo: cuando un volcán entra en erupción, libera lava, cenizas y otros materiales. Al enfriarse y acumularse, estos materiales pueden dar origen a cerros de origen volcánico.
  3. Erosión diferencial: el viento, el agua y el hielo desgastan el terreno, pero algunas zonas resisten más que otras debido a su composición. Así, se forman cerros a partir de las partes más resistentes.
  4. Acumulación de sedimentos: en zonas donde hubo actividad glaciar o fluvial, los sedimentos se pueden acumular formando pequeños cerros, especialmente si el material depositado es posteriormente compactado.
  5. Procesos de falla: cuando la tierra se fractura por movimientos sísmicos, algunos bloques se elevan respecto a otros, dando origen a cerros de falla.
  6. Relictos de antiguos relieves: algunos cerros son restos de mesetas o cordilleras mucho más antiguas, que fueron erosionadas hasta dejar solamente estas elevaciones aisladas.
Qué es un cerro y cómo se forma - Cómo se forma un cerro

Diferencia entre cerro y montaña

Aunque a simple vista pueden parecer similares, cerro y montaña son formaciones geológicas distintas. Ambos son elevaciones del terreno, pero se diferencian principalmente en su altura, su origen geológico y su presencia en el paisaje. Reconocer estas diferencias permite entender mejor la diversidad de las formas naturales.

  • Altura: en general, una montaña es más alta y abrupta que un cerro. No existe un límite exacto, pero se suele considerar montaña a toda elevación que supera los 600 metros de altura respecto a su base, mientras que los cerros tienen alturas menores y pendientes más suaves.
  • Formación geológica: las montañas suelen originarse por movimientos tectónicos intensos que provocan plegamientos, fallas o actividad volcánica de gran magnitud. Los cerros, en cambio, pueden formarse por procesos de erosión, sedimentación o levantamientos menos pronunciados.
  • Aspecto visual: las montañas presentan cumbres más agudas, paredes empinadas y, a menudo, condiciones climáticas más extremas en sus zonas más altas. Los cerros, por su parte, suelen tener formas redondeadas y son más accesibles para recorrer a pie. Además, las montañas tienden a formar sistemas o cordilleras, como los Andes o el Himalaya, mientras que los cerros pueden aparecer aislados o en pequeños grupos.

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Bibliografía
  • Pozo Rodríguez, M. (2008). Geología. Dinámica y evolución de la Tierra. Ediciones Paraninfo, SA.
  • Dercourt, J., & Paquet, J. (2021). Geología. Reverté.
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