Geoinformación: qué es y para qué sirve

La geoinformación se refiere al conjunto de datos y servicios que implican la localización espacial de un fenómeno. Estos datos están anclados geográficamente a la Tierra y son fundamentales en la geología y otras ciencias, ya que permiten el análisis y la visualización de aspectos geográficos y geológicos en mapas y modelos 3D. La geoinformación combina herramientas y técnicas de varias disciplinas como la geografía, la cartografía, la teledetección y los sistemas de información geográfica (SIG).

La estructura de la geoinformación se compone de coordenadas geográficas y atributos relacionados con puntos, líneas y polígonos que representan, por ejemplo, recursos minerales, estructuras geológicas, procesos geodinámicos y distribución de cuerpos de agua, entre otros. La recopilación de estos datos se realiza por diferentes métodos y herramientas dependiendo del objetivo del estudio.

El uso de satélites y teledetección son muy útiles para establecer coordenadas exactas del elemento en cuestión, mientras que los drones y sensores remotos se usan para inspeccionar puntos específicos del terreno. En zonas de difícil acceso como elementos sumergidos, herramientas como el sonar, LIDAR, permiten la obtención de información adicional, como la geomorfología del lecho marino.

A pesar de los avances tecnológicos, las entidades dedicadas a la geoinformación siguen utilizando fuentes históricas y censales, así como la recopilación directa de datos cartográficos y geológicos en campo para completar los estudios correspondientes. El trabajo conjunto de estas herramientas proporciona datos lo bastante fiables para usarse en numerosas competencias.

La utilidad de la geoinformación es extensa y diversa, y proporciona la base para elegir el mejor punto de emplazamiento de construcciones, sobre todo aquellas con un alto impacto en el relieve como los rellenos sanitarios. En la geología, por ejemplo, sirve para satisfacer numerosos objetivos:

• Cartografía: para la creación de mapas detallados que representan la composición y la estructura del subsuelo, y que posteriormente serán utilizados para proyectos mineros, sistemas de geolocalización, reconocimiento del terreno para estudios más específicos, etc.
• Exploración y minería: para localizar y evaluar recursos minerales y energéticos, minimizando los riesgos y maximizando la eficiencia de las exploraciones.
• Gestión de recursos naturales: para la administración sostenible de los recursos, como agua y suelo, ayudando a planificar su uso y conservación. Esto permite a su vez la administración de estos recursos para la creación de geoparques y otras atracciones patrimoniales turísticas.
• Prevención de riesgos naturales: para analizar y modelar zonas susceptibles a fenómenos como terremotos, deslizamientos de tierra y erupciones volcánicas para mitigar daños y montar los sistemas de evacuación en caso necesario.
• Medio ambiente: para el monitoreo y protección de hábitats, así como para el análisis de impacto ambiental en proyectos de desarrollo. En España, cualquier proyecto con un impacto evidente en el terreno debe incluir los estudios de impacto medioambiental.
• Planificación urbana y territorial: para el diseño y la planificación de infraestructuras y desarrollos urbanos considerando criterios geológicos.
• Proyección comercial: a través de estudios realizados por empresas interesadas en saber algún aspecto geográfico concreto para la comercialización de sus servicios o la optimización de sus recursos. Por ejemplo, los locales comerciales pueden usar estos estudios para elegir la ubicación geográfica de los almacenes, utilizándolos para optimizar logística de entrega como Amazon, o que basen su servicio en la localización geográfica como Uber.

En conclusión, las aplicaciones que la geoinformación puede proporcionar abarca ámbitos académicos, sociales, ambientales y económicos de gran repercusión para la sociedad.

La importancia de la geoinformación radica en su capacidad para transformar datos brutos en información valiosa para la toma de decisiones gracias a la intervención conjunta de las herramientas y los conocimientos del personal a cargo. Gracias a la geoinformación se llevan a cabo decisiones basadas en datos, lo que ofrece una base sólida en el ámbito político y empresarial, asegurando así el uso de información precisa y actualizada sobre el terreno.

Como competencia interdisciplinariedad fomenta la colaboración entre distintas disciplinas científicas y técnicas, promoviendo un enfoque más holístico para resolver problemas complejos relacionados con la Tierra. Tan ligada como está la geoinformación a la innovación tecnológica, impulsa el desarrollo de nuevas metodologías, como el análisis de big data geoespacial y la inteligencia artificial, para procesar y visualizar datos geológicos.

Desde el punto de vista de la educación y concienciación ayuda a entender en profundidad los problemas geológicos y ambientales a través de la visualización y el análisis accesible de datos complejos. Esto fortalece los esfuerzos de sostenibilidad al permitir un uso más eficiente y consciente de los recursos naturales, y al ayudar a prever y mitigar los efectos del cambio climático, las catástrofes naturales y otros desafíos ambientales.

Los sistemas de información geográfica y otros similares se basan en el procesamiento de datos que sería imposible manejar a mano por el tiempo que ello supondría, y que permite a los científicos darle un uso práctico gracias a la interpretación coherente de los resultados del software. Así, programas informáticos como ArcGis permite cruzar los datos recopilados por diferentes vías sobre los mapas, lo que permite tomar decisiones más rápidas.

Un ejemplo claro de la utilidad de este tipo de sistemas podemos verlo en los mapas de riesgo por inundación realizados por las aseguradoras. En estas situaciones, la geoinformación se usa para crear mapas zonados con los lugares más susceptibles de inundarse para hacer conscientes a las empresas del tipo de seguro que conviene ofrecer a los clientes, según claro está, la peligrosidad de la zona en la que vivan y los intereses de la entidad.

Por tanto, la geoinformación, se establece como un pilar central en la geología moderna y otras disciplinas que requieren una comprensión profunda y detallada del espacio terrestre y sus características. Es una herramienta indispensable en la era de la información, donde los datos y su correcta interpretación y aplicación tienen un impacto significativo en múltiples aspectos de la sociedad y el medio ambiente.

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