Hidrogeología: qué es y para qué sirve

La hidrogeología es una rama de la geología que se enfoca en el estudio del agua subterránea y superficial, su distribución, movimiento e interacción con los suelos y otros materiales de naturaleza geológica. Incluye la exploración de los acuíferos, la evaluación de la recarga de aguas subterráneas y la modelización de flujos acuíferos, así como todas las fuentes de agua que discurren por la superficie terrestre en su interacción con la roca y su impronta en el relieve. Sin embargo, al ser más abundantes e importantes, la hidrogeología gana mayor sentido en las aguas del subsuelo donde la interacción con la geosfera es más intensa.

El nacimiento de la hidrogeología como ciencia tuvo su origen en el siglo XVII. Sin embargo, los filósofos de épocas antiguas la consideraban afín a otras discusiones, al creer que el agua subterránea y aquella que alimentaba los ríos, se debía a la infiltración de agua marina, que perdía su salinidad a través de procesos similares a la destilación e iba ganando temperatura gracias al calor de la Tierra. Esto se debía a que, con el escaso conocimiento del momento, no se explicaba como la lluvia podía alimentar caudales grandes y constantes. Científicos como Kepler y Descartes dedicaron parte de su tiempo a describir los procesos del ciclo del agua.

Ya en el siglo XVII nace la hidrología moderna gracias a los estudios sobre precipitaciones, caudales, infiltración y evaporación de Perrault, Mariotte y Halley respectivamente. Sus estudios asentaron las bases para explicar el recorrido real del agua en la naturaleza y facilitaron la labor otros como Darcy, que ya en 1857 aumento el conocimiento hidrogeológico con sus estudios sobre la porosidad. En el siglo XX la tecnología permitió indagar en la relación entre el agua y las formaciones rocosas, premiando las aportaciones de otros miembros ilustres de la comunidad científica. Por tanto, se trata de una disciplina muy temprana cuyas bases más primitivas se pierden en el tiempo.

Los estudios hidrogeológicos son investigaciones científicas que se realizan para entender la dinámica de las aguas subterráneas, entre otras. Esto abarca métodos de campo como la perforación de pozos, pruebas de bombeo y muestreo de aguas, así como técnicas de modelado computacional para predecir la interacción entre el agua subterránea y los ecosistemas. Estos trabajos ponen de manifiesto la importancia de una metodología estructurada.

En primer lugar, se procede a la recopilación de documentación básica referida al área a estudiar. Esto incluye datos cartográficos, hidrológicos, geológicos y meteorológicos para considerar factores íntimamente relacionados con la materia. Así como el uso de software profesional, herramientas capaces de procesar un gran número de datos, modelos, gráficos u otros apoyos previos a la exploración. De esta manera se parte de una base de lo que, al menos, se puede observar y qué teorías son más o menos coherentes.

Después se inicia un trabajo de campo donde se procede a reconocer la superficie y la cuenca en el terreno. Además, se recogen datos más precisos dependiendo de lo que se pretenda analizar las características geomorfológicas del área. Determinados aparatos técnicos como caudalímetros o software especializados se usan tanto para sacar datos como para procesar los obtenidos, siempre fijándose en las estructuras de interés. Por último, se interpretan los datos obtenidos y se elaboran los informes pertinentes, incluyendo las deducciones y predicciones a las que se haya llegado cribando todo lo anterior.

La hidrogeología sirve para gestionar de forma sostenible los recursos hídricos subterráneos y superficiales, prevenir y mitigar la contaminación del agua, desarrollar proyectos de ingeniería que involucren aguas subterráneas y ofrecer soluciones en áreas de escasez hídrica. Entenderla permite abastecer de agua a grandes poblaciones y regiones naturales, así como los cultivos y las zonas de pasto pecuario. A nivel urbano, la hidrogeología permite manejar los recursos destinados a la limpieza y el saneamiento. También es fundamental en la planificación del uso del suelo y en la evaluación de impacto ambiental.

En la construcción, la vigilancia y diligencia en la gestión de los elementos hidrogeológicos es primordial para garantizar la estabilidad y seguridad de las infraestructuras y túneles. Además, la comprensión de la hidrogeología permite utilizar las fuentes de agua como fuente renovable de electricidad, por tanto, es clave en la producción energética. En definitiva, la hidrogeología es una ciencia mixta de enorme utilidad en diferentes ámbitos de la vida moderna.

La importancia de la hidrogeología radica en su papel clave para asegurar el acceso al agua potable, proteger los ecosistemas acuáticos, y en su aplicación en una variedad de industrias, desde la agricultura hasta la construcción y la minería. Los efectos antrópicos y naturales que sufren los ecosistemas pueden entenderse a través de la hidrogeología, y por ende, los trabajos para restaurar los ecosistemas necesitan de esta rama de la ciencia.

Al igual que en la construcción, la presencia de aguas subterráneas en las minas es una constante que puede dificultar los trabajos de extracción. La correcta interpretación de los datos hidrogeológicos ayuda a controlar los problemas derivados de la filtración de agua, abarata los costes y aporta el líquido necesario para refrigerar la maquinaria en profundidad. Con los desafíos actuales del cambio climático y el crecimiento poblacional, la hidrogeología es más relevante que nunca para garantizar un futuro sostenible.

Ahora que ya sabes qué es la hidrogeología y para qué sirve, te invitamos a leer este artículo sobre Qué es la geología y sus ramas.

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