Tipos de agua
Los tipos de agua incluyen agua dulce (baja en sal), agua salada (alta en sal, en océanos), agua salobre (de salinidad intermedia, en estuarios), agua dura (alta en minerales), agua blanda (baja en minerales), agua potable (segura para el consumo humano), agua destilada (purificada) y aguas residuales (utilizadas para actividades humanas). Continua aprendiendo todo sobre los tipos de agua en este post de GEOenciclopedia.
Agua dulce
El agua dulce es aquella que contiene bajas concentraciones de sales disueltas, generalmente menos de 1.000 miligramos por litro. Representa solo el 2,5% del agua total en la Tierra, pero es fundamental para la vida humana, animal y vegetal. Se encuentra en ríos, lagos, arroyos, glaciares y acuíferos subterráneos.
Los ríos y lagos son fuentes importantes de agua dulce que se utilizan para el consumo humano, el riego agrícola, la industria y la recreación. Los glaciares y las capas de hielo también son grandes reservas de agua dulce, liberando agua gradualmente a través del deshielo, que alimenta ríos y otros cuerpos de agua.
A pesar de su importancia, el agua dulce está bajo amenaza debido a la contaminación, el cambio climático y el uso excesivo. La gestión sostenible del agua dulce es crucial para asegurar que siga siendo disponible para las futuras generaciones. Esto incluye prácticas como la conservación del agua, la protección de los ecosistemas acuáticos y la implementación de tecnologías de tratamiento de agua para asegurar su pureza.
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Agua salada
El agua salada contiene altas concentraciones de sales disueltas, principalmente cloruro de sodio. Constituye el 97,5% del agua total en el planeta y se encuentra principalmente en los océanos y mares. La salinidad del agua de mar promedia alrededor de 35 gramos por litro, lo que la hace inadecuada para el consumo humano.
Los océanos son vitales para la regulación del clima global, la producción de oxígeno y el mantenimiento de la biodiversidad marina. Además, los mares y océanos son cruciales para el transporte marítimo y el comercio global.
Sin embargo, la contaminación marina, la sobrepesca y el cambio climático representan amenazas significativas para los ecosistemas marinos. Es esencial implementar medidas de conservación y gestión sostenible para proteger estos importantes cuerpos de agua.
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Agua salobre
El agua salobre tiene una salinidad intermedia entre el agua dulce y el agua salada, su salinidad varía entre un 0,5 a 3%. Se encuentra típicamente en estuarios, donde el agua dulce de los ríos se mezcla con el agua salada del océano y en acuíferos costeros que han sido infiltrados por agua de mar.
Los estuarios son ecosistemas altamente productivos y biodiversos, proporcionando hábitats críticos para muchas especies de peces, aves y otros organismos. Actúan como zonas de cría y alimentación y son esenciales para la salud de los ecosistemas marinos y costeros.
La desalinización del agua salobre puede ser una solución para proporcionar agua potable en regiones donde el agua dulce es escasa. Sin embargo, este proceso es costoso y requiere consideraciones ambientales para manejar adecuadamente los residuos salinos generados.
Agua dura
El agua dura contiene altas concentraciones de minerales, principalmente calcio y magnesio. Estos minerales se disuelven en el agua cuando pasa a través de formaciones rocosas ricas en carbonatos y otros minerales.
El agua dura puede tener varios efectos en el uso doméstico e industrial. En los hogares, puede causar la acumulación de depósitos de sarro en las tuberías, calentadores de agua y electrodomésticos, reduciendo su eficiencia y vida útil. En las industrias, sucede algo similar, el agua dura puede causar problemas en los sistemas de calderas y enfriamiento.
Para mitigar estos problemas, se pueden usar descalcificadores de agua que eliminan los minerales causantes de la dureza mediante procesos de intercambio iónico o la adición de sustancias químicas que precipitan los minerales. La elección del método depende de la dureza del agua y el uso final previsto.
Agua blanda
Contrariamente al agua dura, el agua blanda tiene bajas concentraciones de minerales, particularmente calcio y magnesio. Se encuentra naturalmente en algunas regiones y puede ser producida artificialmente mediante la eliminación de minerales a través de tratamientos como el intercambio iónico.
El agua blanda tiene varias ventajas en el uso doméstico y comercial. En los hogares, reduce la acumulación de sarro en las tuberías y electrodomésticos, prolongando su vida útil y mejorando su eficiencia. En las industrias, el agua blanda es preferida en procesos donde la acumulación de minerales podría interferir con la maquinaria o los productos finales. Por ejemplo, en la fabricación de productos electrónicos, farmacéuticos y textiles, donde la pureza del agua es crucial.
Agua potable
El agua potable es aquella, tras un tratamiento, es segura para el consumo humano. Para ser considerada potable, el agua debe cumplir con ciertos estándares de calidad que garantizan su pureza y su seguridad para la salud. Estos estándares incluyen la ausencia de patógenos, productos químicos peligrosos y contaminantes físicos.
El tratamiento de potabilización comienza con la recolección del agua de fuentes naturales, como ríos, lagos y acuíferos subterráneos. Luego, el agua pasa por procesos de filtración para eliminar partículas grandes, seguido de la sedimentación para permitir que las partículas más finas se asienten. Después, se realizan procesos de coagulación y floculación para agrupar las partículas pequeñas en flóculos más grandes que se eliminan más fácilmente. Finalmente, se desinfecta el agua para eliminar microorganismos patógenos, usualmente mediante la adición de cloro o el uso de luz ultravioleta.
La calidad del agua potable es vital para la salud pública, ya que el consumo de agua contaminada puede llevar a enfermedades. Por lo tanto, los gobiernos y las organizaciones de salud monitorean y regulan estrictamente el suministro de agua potable para asegurar que cumpla con los estándares de seguridad.
Agua destilada
El agua destilada es agua purificada mediante el proceso de destilación, en el cual el agua se hierve para producir vapor y luego se condensa de nuevo en agua líquida. Este proceso elimina la mayoría de las impurezas, incluidos minerales, microorganismos y contaminantes químicos.
El agua destilada es utilizada en aplicaciones donde la pureza es crucial, como en laboratorios químicos y biológicos, en la fabricación de productos farmacéuticos y en algunas industrias alimentarias. También es utilizada en la producción de baterías y en sistemas de refrigeración que requieren agua sin minerales para evitar la acumulación de depósitos.
Aguas residuales
Las aguas residuales incluye el agua que ha sido utilizada y contaminada por actividades humanas. El tratamiento de aguas residuales es crucial para proteger la salud pública y ambiente. Se clasifican en:
- Aguas residuales domésticas: provienen de actividades diarias como el baño, la cocina, el lavado de ropa y el saneamiento. Contienen una mezcla de sustancias orgánicas e inorgánicas, incluyendo restos de alimentos, detergentes, aceites y microorganismos.
- Aguas residuales industriales: se generan en procesos de fabricación y otras actividades industriales. Pueden contener una variedad de contaminantes dependiendo de la industria, desde metales pesados hasta residuos orgánicos.
- Aguas pluviales: son el agua de lluvia que fluye sobre la superficie terrestre, recogiendo contaminantes del suelo, las calles y otras superficies impermeables. Pueden transportar sedimentos, productos químicos, residuos animales y otros contaminantes a los cuerpos de agua.
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- Valdivia-Medina, R. Y., Pedro-Valdés, S., & Laurel-Gómez, M. (2010). Agua para uso en laboratorios. Boletín Científico Técnico INIMET, (1), 3-10.
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