Sismo: qué es, causas y consecuencias
Un sismo es un movimiento brusco de la corteza terrestre causado por la liberación de energía acumulada en las placas tectónicas. Sus causas incluyen actividad tectónica, volcánica o humana (explosiones o minería). Las consecuencias varían desde daños materiales e infraestructura colapsada hasta pérdida de vidas, desplazamientos y crisis económicas. También generan fenómenos como tsunamis y deslizamientos, afectando el ambiente, la sociedad y la economía, con impactos locales y globales. Sigue leyendo sobre qué es un sismo, sus causas y consecuencias en este post de GEOenciclopedia.
Qué es un sismo
Un sismo es un movimiento repentino y rápido de la corteza terrestre causado por la liberación de energía acumulada en el interior de la Tierra. Este fenómeno se produce generalmente en zonas donde las placas tectónicas interactúan, ya sea chocando, separándose o deslizándose lateralmente entre sí. También puede estar asociado a la actividad volcánica o al colapso de cavidades subterráneas.
Cuando ocurre un sismo, se puede diferenciar en:
- Hipocentro o foco: es el punto bajo la superficie terrestre donde se origina el sismo.
- Epicentro: es el punto en la superficie directamente sobre el hipocentro, donde el sismo se siente con mayor intensidad.
- Onda sísmica: es la energía liberada en forma de ondas que se propagan por la Tierra.
Cómo se producen los sismos
Los sismos se producen debido a la liberación súbita de energía acumulada en el interior de la Tierra, generalmente a lo largo de fallas geológicas, es decir, fracturas en la corteza terrestre donde los bloques de roca se desplazan, o en zonas de contacto entre placas tectónicas, que son grandes fragmentos de la litosfera que flotan sobre el manto. Este proceso tiene varias etapas clave:
- Acumulación de tensión: en la corteza terrestre, las placas tectónicas están en constante movimiento, impulsadas por corrientes de convección en el manto terrestre. Este movimiento genera fricción y presión en las zonas de contacto entre placas o a lo largo de fallas geológicas.
- Superación del límite elástico: las rocas pueden acumular tensión hasta cierto punto. Cuando la tensión supera su capacidad de deformación (límite elástico), las rocas se fracturan o se deslizan repentinamente, liberando la energía acumulada.
- Liberación de energía: la energía liberada se propaga en forma de ondas sísmicas que viajan a través de la Tierra. Estas ondas son responsables de los movimientos que percibimos durante un sismo.
- Reacomodo de las rocas: tras el sismo, las rocas se reacomodan en una nueva posición más estable. Sin embargo, en muchos casos, las tensiones no se liberan completamente, lo que puede dar lugar a réplicas.
Tipos de sismos
Los sismos se pueden clasificar según sus características físicas o los efectos que producen. De esta forma, los tipos más comunes de sismos son:
- Sismos superficiales: se trata de sismos que suceden a menos de 70 km desde el epicentro hasta la superficie. Causan mayores daños debido a su proximidad a la superficie.
- Sismos intermedios: son sismos que ocurren a una profundidad entre 70 y 300 km. Pueden causar daños moderados dependiendo de su magnitud y cercanía a áreas pobladas.
- Sismos profundos: suceden a una profundidad de más de 300 km. Rara vez causan daños significativos en la superficie debido a la gran profundidad.
- Microsismos: presentan una intensidad muy baja, imperceptibles para los seres humanos. Solo son detectados con instrumentos como sismógrafos.
- Sismos submarinos: son sismos cuyo epicentro está localizado bajo el océano. Pueden generar tsunamis si el movimiento del fondo marino desplaza grandes volúmenes de agua.
Causas de los sismos
Los sismos pueden clasificarse según su origen y las causas que los generan. A continuación, describiremos las principales causas de los sismos:
- Sismos tectónicos: son los más comunes y ocurren debido al movimiento de las placas tectónicas. La energía acumulada por la fricción entre las placas se libera súbitamente, generando el sismo. Se caracterizan por abarcar grandes áreas. Pueden ser muy destructivos dependiendo de la magnitud y profundidad.
- Sismos volcánicos: se asocian con la actividad volcánica, ocurren por el movimiento de magma en el interior de un volcán. Suelen ser de baja magnitud, aunque pueden ser perceptibles si el volcán está en erupción. Pueden indicar una erupción inminente. Te puede interesar este artículo sobre la Diferencia entre magma y lava.
- Sismos de colapso: son provocados por el hundimiento de cavidades subterráneas, como cuevas, minas o cavernas naturales. Localizados en áreas pequeñas. Suelen ser, generalmente, de baja magnitud.
- Sismos inducidos (antropogénicos): son generados por actividades humanas que alteran el equilibrio natural del subsuelo. Asociados a proyectos como represas, extracción de petróleo o gas, fracking e inyección de líquidos en el subsuelo.
- Sismos interplaca: ocurren en los límites entre placas tectónicas, donde hay interacción directa entre ellas. Pueden ser muy potentes y devastadores. Están relacionados con fallas transformantes, subducción o expansión oceánica.
- Sismos intraplaca: ocurren en el interior de una placa tectónica, lejos de sus bordes. Su origen es menos común y más difícil de predecir. Si bien suelen ser menos intensos, pueden causar daño significativo al tratarse de áreas no preparadas.
Consecuencias de los sismos
Consecuencias físicas o ambientales
Los sismos pueden alterar el relieve terrestre, causando deslizamientos de tierra, fisuras y hundimientos. En zonas costeras, los sismos submarinos pueden generar tsunamis que impactan gravemente áreas cercanas al litoral. Además, los deslizamientos de tierra o fisuras pueden desviar ríos, alterando ecosistemas locales. En regiones volcánicas, los sismos pueden desencadenar erupciones, incrementando los riesgos para las comunidades cercanas.
Consecuencias humanas
Los sismos tienen un alto impacto en las personas, desde la pérdida de vidas humanas hasta lesiones físicas causadas por el derrumbe de estructuras o escombros. Muchas personas deben abandonar sus hogares, enfrentándose al desplazamiento forzado, lo que genera una crisis humanitaria. Además, los sobrevivientes suelen sufrir trastornos psicológicos como estrés postraumático debido al impacto emocional del desastre y la incertidumbre posterior.
Consecuencias materiales
Las infraestructuras, como carreteras, puentes, hospitales, viviendas y servicios básicos, suelen quedar gravemente dañadas o inutilizables tras un sismo. En muchos casos, los edificios colapsan o quedan inhabitables, afectando a miles de personas.
Consecuencias económicas
El impacto económico de los sismos es significativo, con pérdidas directas debido a la destrucción de bienes materiales y la interrupción de actividades económicas. Las pérdidas indirectas, como la caída en el turismo o la falta de inversión extranjera, también afectan a las economías locales y nacionales. Los gobiernos suelen verse obligados a destinar grandes sumas de dinero a la reconstrucción y ayuda humanitaria.
Consecuencias culturales
El patrimonio cultural y arquitectónico de las comunidades puede sufrir daños irreparables durante un sismo. Monumentos históricos, sitios arqueológicos y lugares emblemáticos quedan destruidos o gravemente afectados. Además, las tradiciones de comunidades desplazadas pueden verse alteradas, ya que la reubicación puede dificultar la preservación de costumbres y prácticas culturales.
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- Espinosa Lorca, M. I. (2017). Análisis de la demanda sísmica de diferentes tipos de sismos chilenos en base a la atenuación de alta frecuencia.