Hidrografía: qué es, ramas e importancia

La hidrografía es la descripción cartográfica e investigación de los cuerpos de agua presentes en superficie independientemente de sus características fisicoquímicas. Esto incluye tanto las aguas superficiales, ya sean de origen marino o continental. Su objetivo principal es el análisis de la distribución, características y dinámica de estas aguas en los relieves superficiales del planeta, lo que proporciona información esencial para la navegación, la gestión de recursos hídricos y la planificación territorial.

Entre las características más relevantes de la hidrografía se encuentran la medición de profundidades, la determinación de la calidad del agua y el análisis de los caudales de ríos. Estos estudios son fundamentales para diversas aplicaciones, como la ingeniería civil, la protección ambiental y la prevención de desastres naturales. Además, la hidrografía adquiere una colosal importancia cuando se es consciente de la relación de dependencia de las especies a dicha ciencia.

Al final, los cuerpos de agua no solo suponen un medio físico para el transporte de nutrientes sino en muchos casos, el origen de estos mismos elementos. De esta manera, la existencia del oxígeno que respiramos no sería posible sin la presencia de los mares y océanos que propician un ambiente idóneo para la creación de este elemento químico y su posterior propagación por todo el planeta gracias a las corrientes marinas. Por ello, su análisis hidrográfico conlleva una gran importancia.

Desde una perspectiva más geológica, el estudio de los cursos de agua previene y solventa numerosos problemas de cara a una explotación minera a cielo abierto. Imagina una mina de carbón a cielo abierto cercana a un curso fluvial. El primer paso, sería realizar un estudio detallado de la cuenca hidrográfica y el propio río, describiendo su comportamiento anual e identificando las áreas más susceptibles de erosionarse o inundarse.

De esta manera, se puede planificar la construcción de la mina teniendo en cuenta la topografía e hidrografía local para mitigar el impacto de las actividades mineras en la red fluvial. Algunas de las actividades habituales para conseguirlo es implementar técnicas de revegetación para disminuir la erosión e implementar sistemas de drenaje para no poner en riesgo la seguridad de los trabajadores ni la extracción de carbón.

La hidrografía se divide en varias ramas especializadas, cada una enfocada en diferentes aspectos del estudio, lo que permite profundizar en conceptos importantes y en aplicaciones más específicas:

• Hidrografía marítima:se centra en el estudio de los mares y océanos, incluyendo la cartografía náutica, la batimetría (medición de profundidades) y la dinámica de corrientes y mareas. Esta rama es crucial para la navegación segura y la explotación de recursos marinos. Además, permite la contención y limpieza de los mares al monitorizar los focos de contaminación. Otra de las aplicaciones habituales consiste en la pesca sostenible que se encarga de delimitar las zonas de pesca más ricas y de establecer límites para evitar la sobreexplotación.
• Hidrografía continental: estudia las aguas interiores como ríos, lagos y embalses. Incluye el análisis de la cuenca hidrográfica, la medición de caudales y la evaluación de la calidad del agua. Esta información es vital para la gestión de recursos hídricos y el control de inundaciones. Adicionalmente a la actividad minera, la hidrografía continental permite la gestión y el abastecimiento del agua potable, lo que resulta de extrema importancia tanto para las unidades familiares como las actividades agrícolas.
• Hidrografía fluvial: se enfoca en los ríos y arroyos, estudiando su curso, régimen de caudales y sedimentación. Es fundamental para la planificación de obras hidráulicas y la prevención de desastres naturales como inundaciones. El monitoreo de una cuenca hidrográfica permite la cuantificación de los recursos hídricos, así como su gestión y conservación. Razón por la cual es una fuente de estudio principal dentro de esta materia científica.
• Hidrografía lacustre: analiza los lagos y lagunas, incluyendo su origen, evolución y características físicas y químicas. Este conocimiento es importante para la conservación de ecosistemas acuáticos y el aprovechamiento sostenible de estos cuerpos de agua. Los cuerpos de agua lacustre no solo suponen una fuente de agua para las actividades agrícolas. Además, son un atractivo turístico para fomentar diversas actividades económicas y deportivas que dan pie a concienciar a los visitantes de la importancia de su cuidado y preservación.

La hidrografía juega un papel crucial en diversos ámbitos lo que le confieren numerosas aplicaciones de gran importancia y repercusión en las actividades del planeta:

• Navegación: la cartografía náutica y la medición de profundidades son esenciales para garantizar la seguridad en la navegación marítima y fluvial. Los mapas hidrográficos proporcionan información detallada sobre los fondos marinos y las rutas navegables. Esta información facilita la explotación de los recursos marinos permitiendo elegir con propiedad la zona de extracción y mitigar los efectos nocivos de la actividad. Por ejemplo, estudiando las corrientes marinas para evitar la dispersión de los contaminantes.
• Gestión de recursos hídricos: la hidrografía permite evaluar la disponibilidad y calidad del agua en una cuenca hidrográfica, facilitando la planificación y gestión sostenible de los recursos hídricos. Esto es fundamental para el abastecimiento de agua potable, riego agrícola, turismo y generación de energía hidroeléctrica, entre otros.
• Prevención de desastres: el estudio de las cuencas hidrográficas y regímenes de caudales ayuda a prevenir y mitigar el impacto de inundaciones, sequías y otros desastres naturales. La información hidrológica es clave para el diseño de infraestructuras de control y protección. También puede usarse para la obtención de mapas de peligrosidad enfocados a las aseguradoras, las cuales las utilizan para determinar la cuantía de las indemnizaciones.
• Conservación ambiental: la hidrografía contribuye a la conservación de ecosistemas acuáticos y la biodiversidad de las cuencas hidrográficas y los mares. El análisis de la calidad del agua y la dinámica de los cuerpos de agua permite identificar y mitigar amenazas ambientales. Un ejemplo de esto, son los estudios hidrográficos realizados en el río Segura en numerosas ocasiones con el fin de paliar problemas como la sobreexplotación, la contaminación y la gestión hídrica de la región.

Aunque la hidrografía y la hidrología están estrechamente relacionadas, existen diferencias clave entre ambas disciplinas. La hidrografía se centra en la descripción y cartografía de las aguas superficiales, tanto continentales como marítimas. Incluye la medición de profundidades, la elaboración de mapas náuticos y el estudio de la dinámica de corrientes y mareas. Su enfoque es más geográfico y práctico, orientado a aplicaciones como la navegación y la gestión de recursos hídricos.

Mientras, la hidrología es la ciencia que estudia el ciclo del agua en la naturaleza, abarcando la precipitación, infiltración, evaporación y escorrentía. Se enfoca en los procesos hidrológicos que afectan la distribución y circulación del agua en el ambiente. La hidrología tiene un enfoque más amplio y teórico, abarcando aspectos como la modelación de cuencas hidrográficas y la gestión de riesgos hídricos.

Mientras que la hidrografía se ocupa de la descripción y cartografía de las aguas superficiales, la hidrología estudia los procesos que gobiernan el ciclo del agua en el medio ambiente. Ambas disciplinas son fundamentales para comprender y gestionar los recursos hídricos de manera efectiva, de manera que una nunca estará completa sin la otra.

Ahora que ya sabes qué es la hidrografía, te recomendamos leer este artículo sobre el Ciclo del agua: qué es, etapas e importancia.

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