Geología

Fósiles: qué son, cómo se forman y tipos

 
Victoria Munilla Giménez
Por Victoria Munilla Giménez. 31 julio 2023
Fósiles: qué son, cómo se forman y tipos

Los fósiles son el objeto de estudio de la paleontología, entendiendo esta como la ciencia que estudia la evolución biológica de las especies en cada periodo geológico. Los fósiles se entienden como los organismos conservados en las rocas. Los tipos de fósiles son: fósiles directos, fósiles indirectos y moldes.

El registro de especies fosilizadas nos aporta datos del organismo en sí y del ambiente donde vivió. Además, nos brinda información interesante sobre los procesos geológicos que han ocurrido desde su enterramiento definitivo hasta nuestros días. Esto nos permite conocer la evolución de las litologías, lo que facilita la posterior identificación de yacimientos minerales. A continuación en este artículo de GEOenciclopedia, podrás descubrir qué son los fósiles, cómo se forman y sus tipos.

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Índice

  1. Qué son los fósiles
  2. Cómo se forman los fósiles
  3. Tipos de fósiles
  4. Importancia de los fósiles

Qué son los fósiles

Los fósiles son indicios o restos de cualquier organismo que sufre una serie de procesos fisicoquímicos capaces de preservar su impronta en una roca. Antes del siglo XVIII, los nombres de fósiles se designaban a cualquier cuerpo desenterrado ya fueran restos arqueológicos, minerales u orgánicos. Después, empezó a utilizarse exclusivamente para identificar organismos conservados en las rocas, ya fueran pequeños microorganismos, plantas, grandes animales o simples fragmentos de unos u otros. Además, los indicios de actividad biológica, como una huella, también se consideran registros fósiles.

En términos temporales, solo los restos fósiles con más de 13.000 años se consideran como tal. Por otra parte, no todos los fósiles se conservan con la misma facilidad. Dependiendo del tipo de resto, este tendrá más o menos resistencia a los agentes destructivos. A la propia naturaleza del material se le añaden los factores ambientales y de enterramiento. Existen tres aspectos fundamentales en cuanto a la preservación fósil:

  • Los fósiles más comunes corresponden a partes esqueléticas y duras por ser más resistentes al desgaste que las partes viscerales o blandas de los organismos. Sin embargo, existen métodos de conservación que favorecen la supervivencia de las partes blandas como la congelación.
  • Los ambientes terrestres son más agresivos y los procesos de oxidación, descomposición, necrofagia, etc. socavan los registros fósiles en etapas previas al enterramiento definitivo. En cambio, los ecosistemas acuáticos, debido a sus características químicas favorecen la mineralización gradual de los restos.
  • Por último, la velocidad del enterramiento determina el tiempo de exposición del residuo orgánico ante los agentes geológicos externos entre otros. Por tanto, un enterramiento definitivo y rápido aumentará las probabilidades de tener un fósil bien conservado.
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Cómo se forman los fósiles

Aunque el comienzo del proceso de fosilización es simple, los eventos que cada resto experimenta hasta convertirse en fósil son muy complejos.

  1. El primer paso importante es la muerte del organismo o un fragmento de este.
  2. A continuación, suceden los procesos fisicoquímicos dominantes que socaban la integridad del material. Los procesos más comunes tienen que ver con la descomposición de la materia orgánica, reacciones químicas o con la acción carroñera de otros animales. Después, pueden sucederse una serie de enterramientos parciales hasta que acontece el enterramiento final.
  3. A partir de este punto, los procesos fósiles más comunes contribuyen o dilapidan la litificación del sedimento y la preservación del fósil. Su complejidad puede ser muy variable y vendrá dada por la evolución del ambiente en cuestión. En términos generales, los procesos de mineralización producen cambios químicos significativos protegiendo su estructura o impronta.
  4. En ocasiones, puede producirse un reemplazamiento del mineral original por otro como en el caso de la recristalización de esqueletos formados por ópalo a calcedonia. Como es natural, las partes duras son más propensas a resistir procesos de carbonización o disolución. Los materiales especialmente permeables permiten una circulación de fluidos más sencilla, incrementando las reacciones químicas. Por otro lado, las litologías más impermeables ayudarán a la preservación fósil.
  5. Al final, diversos eventos se superponen en el tiempo hasta que los procesos diagenéticos consiguen convertir el sedimento en roca. Aunque el límite entre diagénesis y metamorfismo no está perfectamente definido, es posible encontrar fósiles fuera del complejo sedimentario. Sin embargo, no se debe olvidar que una presión y temperatura elevada destruyen el fósil.

Para enriquecer en litologías los registros fósiles se deben dar unas condiciones especiales. Ejemplos de esto, son el bosque del Pérmico encontrado en China y enterrado en cenizas volcánicas con 300 Ma, o los restos microbianos fosilizados hallados en rocas metamórficas con una datación de 3.700 Ma, siendo la evidencia biológica más antigua del planeta. En general, estos acontecimientos no suelen aplicarse a los fósiles más comunes.

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Tipos de fósiles

Existen numerosas clasificaciones para facilitar el estudio de los fósiles dependiendo del tipo de residuo, su disposición o los elementos que contiene. A continuación, te facilitamos una agrupación de los nombres de fósiles más comunes.

  • Fósiles directos: corresponden a organismos completos e incompletos dependiendo de las condiciones del hallazgo. Si no pueden separarse de la roca original se habla de ejemplares en matriz. Los restos aislados son ejemplos de individuos solitarios. Otros aparecen agrupados ya que son organismos coloniales como los corales. Por último, los acúmulos de individuos presentan diferentes seres vivos reunidos después de su muerte.
  • Fósiles indirectos: son los llamados icnofósiles, los cuales reflejan la actividad del organismo o su existencia, pero del que no se conservan registros fósiles tangibles. En este grupo los gastrolitos; piedras ingeridas por el animal para facilitar la digestión, y los coprolitos; heces fosilizadas, también se incluyen como evidencias indirectas. Por último, los huevos petrificados también se consideran dentro del grupo, aunque no sean los fósiles más comunes.
  • Moldes: estos reproducen total o parcialmente la forma del fósil preservado. De esta manera, el pseudomorfo presenta la impronta exterior del organismo original, pero no sus estructuras internas. Esto se debe a que el resto original se ha disuelto por completo y el hueco original se ha rellenado, con anterioridad, por un material adicional. En otras ocasiones, se producirá el molde externo quedando solo los detalles exteriores o un molde interno donde el sedimento se ha compactado dentro del organismo original, que posteriormente, se ha disuelto.
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Importancia de los fósiles

Gracias a los registros fósiles no solo podemos reconstruir las cadenas tróficas y la evolución de las especies extintas que habitaron el planeta. Además, somos capaces de entender como estos organismos se adaptaron a diversos ambientes e incluso como eran estos. Por otro lado, ciertos tipos de organismos y ambientes dan una pauta de cómo se distribuyen los recursos energéticos y permite encontrarlos a partir de su investigación.

Por último, y no menos importante, los fósiles permiten determinar la edad de las rocas y contienen una serie de ejemplares cuya extinción marca los límites de los periodos geológicos. Por tanto, los nombres de fósiles más comunes no solo han facilitado el estudio de las diferentes franjas temporales de la Tierra, sino que han permitido la creación de la tabla cronoestratigráfica sobre la que se apoyan gran parte de los estudios geológicos.

Ahora que ya sabes qué son los fósiles, cómo se forman y sus tipos, no te pierdas estos artículos sobre Qué es la estratigrafía y los Tipos de rocas.

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Bibliografía
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  • NOTICIA. 2021. Unas plantas fósiles conservadas en ceniza volcánica arrojan luz sobre un secreto. Disponible en: https://www.clarin.com/viste/plantas-fosiles-conservadas-ceniza-volcanica-arrojan-luz-secreto_0_P5sxSRQJm.html
  • NOTICIA. 2016. Descubren en Groenlandia el fósil más antiguo del planeta. Disponible en: https://www.elespanol.com/ciencia/investigacion/20160831/151985482_0.html
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