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Fiordos leoneses: dónde están y cómo se formaron

 
Victoria Munilla
Por Victoria Munilla, Geóloga. 28 mayo 2024
Fiordos leoneses: dónde están y cómo se formaron

Los fiordos leoneses son elementos naturales ubicados en la provincia de León, en Castilla y León, en el noroeste de España. Se asemejan a los fiordos escandinavos, de ahí su nombre común, pero no son estrictamente fiordos. Su formación se debe a un proceso geomorfológico de millones de años de duración. En GEOenciclopedia te contaremos dónde están los fiordos leoneses y cómo se formaron, así como otros datos curiosos.

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Índice
  1. Dónde están los fiordos leoneses
  2. Características de los fiordos leoneses
  3. Cómo se formaron los fiordos leoneses
  4. Qué ver en los fiordos leoneses

Dónde están los fiordos leoneses

Los fiordos leoneses se encuentran en la provincia de León, situada en la comunidad autónoma de Castilla y León, en el noroeste de España. Esta región es conocida por su variada geografía, que incluye montañas, valles y ríos, pero los fiordos son una característica geológica menos conocida que destaca por su singularidad en el paisaje peninsular.

Los fiordos leoneses están localizados principalmente en la zona del Valle del Silencio y la Sierra de Gistredo, áreas montañosas que ofrecen un impresionante panorama natural. En estos fiordos, los valles fluviales y los profundos cañones se asemejan a los fiordos escandinavos, aunque con características propias derivadas de la geología y la historia climática de la región.

Es importante recordar que estos elementos naturales no son fiordos en sentido estricto, sino accidentes geográficos sobre los cuáles se ha popularizado el uso de este sobrenombre. Por tanto, sus características y formación, aunque similares en algunos aspectos, difieren en otros puntos con respecto a los fiordos perse de la manera que veremos a continuación.

Fiordos leoneses: dónde están y cómo se formaron - Dónde están los fiordos leoneses

Características de los fiordos leoneses

  • Los fiordos leoneses se distinguen por sus profundas y estrechas entradas fluviales, rodeadas por empinadas laderas montañosas. Estas formaciones geológicas son el resultado de una combinación de procesos erosivos eólicos y fluviales, y la actividad tectónica que ha moldeado el paisaje durante millones de años. Estamos hablando de estrechos valles donde los cursos de agua se han ido encajando con el paso del tiempo, dejando terrazas como testigos de esas sucesivas etapas de encajamiento fluvial.
  • Entre las características más notables de los fiordos leoneses se encuentran sus paredes de roca escarpada, que pueden alcanzar alturas considerables y presentan una inclinación pronunciada.
  • La vegetación en estas áreas es variada, con predominancia de especies adaptadas a terrenos rocosos y condiciones climáticas adversas, como robles, hayas y algunas coníferas.
  • Por ejemplo, entre los municipios de Sober y Parada de Sil el cañón del rio Sil alcanza su máxima profundidad y verticalidad de sus márgenes, alcanzando desniveles de 500 metros con proliferación vegetal de matorral bajo.
  • La hidrología de los fiordos leoneses está marcada por la presencia de ríos y arroyos que han excavado profundos valles, creando paisajes espectaculares. Estos cuerpos de agua no solo han contribuido a la erosión y formación del terreno, sino que también son vitales para la biodiversidad local, proporcionando hábitats para diversas especies de flora y fauna.
  • Otro punto de referencia para observar los impresionantes escarpes que producen estos fenómenos naturales se encuentra en las hoces de Valdeteja cerca del Puente de los Verdugos a 8 km de Tolibia de Abajo.

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Cómo se formaron los fiordos leoneses

La formación de los fiordos leoneses es el resultado de una serie de procesos geológicos complejos que han tenido lugar a lo largo de millones de años.

  1. La historia comienza en la era Paleozoica, cuando la región de León experimentó una intensa actividad tectónica que dio lugar a la elevación de montañas y la creación de estructuras geológicas fundamentales.
  2. Durante la era Cenozoica, la combinación de la erosión fluvial y la acción glaciar en los periodos más fríos del Cuaternario jugó un papel crucial en la modelación de los valles profundos que caracterizan a los fiordos.
  3. Los ríos, alimentados por el deshielo y las precipitaciones, excavaron los lechos rocosos, mientras que la acción glaciar contribuyó a ampliar y profundizar estos valles. La incisión fluvial dejó pequeños terrenos subhorizontales colgados que aún persisten en ciertas zonas donde la erosión posterior no los ha destruido, conocidos como terrazas fluviales. Estos terrenos aportan importantes datos sobre la geodinámica de las paleo-corrientes que los formaron y corresponden ambientes fértiles de cultivo. En la comarca del Bierzo (León), concretamente en el Valle del Silencio, las terrazas se utilizan para el cultivo de viñedos debido a las condiciones climáticas y las propiedades edáficas del suelo.
  4. La tectónica activa en la región, con fallas y movimientos de placas, ha continuado modificando el relieve, creando condiciones propicias para la formación de cañones y valles estrechos. La combinación de estos procesos ha dado lugar a los fiordos leoneses, que, aunque no son fiordos en el sentido estricto, formados por la acción glaciar en contacto con el mar, presentan similitudes en su morfología.

A continuación, se detallan algunos aspectos observables de los fiordos leoneses y ejemplos visitables de la región.

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Qué ver en los fiordos leoneses

Visitar los fiordos leoneses ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza y la geología. Entre los puntos de interés más destacados se encuentra el Valle del Silencio, un lugar de gran belleza paisajística que combina montañas escarpadas y valles profundos con una atmósfera de tranquilidad y aislamiento.

El Parque Natural de las Médulas, aunque conocido principalmente por sus antiguas minas de oro romanas, también presenta formaciones geológicas interesantes que complementan la visita a los fiordos leoneses. Los caminos y senderos en esta área permiten observar de cerca las estructuras geológicas y disfrutar de vistas panorámicas impresionantes.

Para los aficionados a la observación de aves y la flora, los fiordos leoneses ofrecen un hábitat diverso con especies endémicas y migratorias. La rica biodiversidad de la región es un atractivo adicional, con posibilidades para el senderismo, la fotografía de naturaleza y el estudio científico.

Para los perseguidores de la adrenalina, las Hoces de Vegacervera posee numerosas rutas de escalada vertical, siendo uno de los puntos de encuentro más famoso de León entre los exploradores. En cambio, para los amantes de los deportes acuáticos, el embalse de Riaño es un paraje extraordinario para observar la incisión fluvial y los paisajes abruptos de la región.

En conclusión, los fiordos leoneses son una joya geológica que combina procesos tectónicos, erosión fluvial y actividad glaciar para crear un paisaje único en España. Su visita no solo es una oportunidad para apreciar la belleza natural, sino también para entender mejor los complejos procesos que han dado forma a nuestro planeta.

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Bibliografía
  • IGME. Hoja 161. León. Disponible en: https://info.igme.es/cartografiadigital/geologica/Magna50Hoja.aspx?Id=161&language=es
  • Yepes, Jorge, Vidal Romaní, J. R.2001.Las terrazas del río Sil en el tramo Carucedo-Os Peares, SE de Galicia. Disponible en: https://accedacris.ulpgc.es/handle/10553/10080
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