Fosas oceánicas: qué son, cómo se forman y ejemplos

Las fosas oceánicas, también conocidas como fosas marinas, son prolongadas depresiones submarinas que representan algunos de los puntos más profundos de los océanos de la Tierra. Estas estructuras geológicas se caracterizan por tener paredes empinadas y un fondo relativamente estrecho.

Su morfología desmesuradamente pronunciada en comparación con otras estructuras de los fondos oceánicos se debe al hundimiento de la corteza oceánica envejecida y densa por debajo de otra más joven y ligera mediante un proceso denominado subducción. Por tanto, las fosas oceánicas son suturas del terreno oceánico donde la placa más densa se comba a consecuencia de su inmersión en el manto terrestre.

Esta premisa les confiere una considerable profundidad que, coordinada con la inmensa columna de agua que tiene por encima y la actividad sísmica y volcánica de sus inmediaciones, convierten a las fosas oceánicas en ambientes complejos, únicos y activos en términos geológicos. A continuación, se relatan algunas características típicas que se asocian a las fosas marinas.

Las fosas oceánicas son el resultado de complejos procesos geológicos y poseen características distintivas.

• Son típicamente más largas que anchas, extendiéndose a veces por miles de kilómetros a lo largo de los bordes de las placas tectónicas en ambientes convergentes. Las fosas marinas pueden alcanzar profundidades superiores a los 6.000 metros.
• Esto confiere a estos ambientes una presión inconcebible para un organismo terrestre por encima de las 600 atmósferas. Además, es un ambiente deficiente en oxígeno, en perpetua oscuridad y con temperaturas entre los 4º y -1 ºC donde la inclinación del terreno permite la acumulación de materia orgánica y nutrientes en cantidades suficientes para que surjan curiosas y resistentes formas de vida.
• Dentro de las fosas marinas los organismos vivos más abundantes corresponden a bacterias y arqueas plantónicas encargadas de cumplir el ciclo biogeoquímico y proporcionar sustento a organismos más complejos. Curiosamente, las especies hadales no comparten características indistintas entre las fosas oceánicas. En su lugar, cada uno de estos ambientes se comporta como un ecosistema aislado donde se desarrollan diferentes tipos de comunidades procariontes, incluso en comparación con la propia llanura abisal que la precede.
• Pese a los sedimentos transportados por las corrientes de turbidez, la topografía de las fosas puede ser variada, con zonas muy lisas a causa de la fricción de las placas tectónicas, intercaladas con otras más rugosas y complejas debido a la actividad tectónica y volcánica. Esto nos permite introducir las etapas que ocurren durante la formación de una fosa oceánica.

Las fosas oceánicas son estructuras geológicas presentes en límites convergentes donde una placa tectónica se hunde bajo otra en lugares conocidos como ambientes de subducción. La placa que se hunde, generalmente una placa oceánica más densa, se desliza debajo de una placa continental o de otra placa oceánica menos densa, y se sumerge en el manto terrestre.

El empuje de la placa subducida se va incrementando a medida que se introduce más material en el manto, lugar donde se fundirá total o parcialmente para emerger en otro momento y lugar completando el ciclo de reciclaje geológico que explica la corta edad de las rocas oceánicas en comparación con las continentales.

Esta fricción entre placas favorece la actividad sísmica, lo que afecta a la estabilidad y la distribución de los materiales y organismos dentro de la fosa debido a los terremotos. Además, la misma fricción produce calor, fundiendo parcialmente el material y favoreciendo el vulcanismo en las regiones colindantes. La inclinación de la placa subducida es la responsable de que la fosa oceánica tenga una profundidad tan elevada y puedan desarrollarse diversos ecosistemas.

Durante el arrastre es posible que algunos materiales de la corteza oceánica original se preserven incluso mucho después de desaparecer totalmente el complejo. Este tipo de materiales se llaman ofiolitas y son testigos fieles de las condiciones de formación que sufrieron los materiales previos. En resumen, la colisión entre dos placas tectónicas con diferentes propiedades de densidad en límites convergentes conduce a la formación de una fosa oceánica en el punto de mayor subducción.

La Fosa de las Marianas

Se formó por la subducción de la Placa del Pacífico bajo la Placa Filipina donde proliferaron especies como peces abisales, anfípodos y microorganismos que sobreviven gracias a la quimiosíntesis, con el punto conocido como Challenger Deep siendo el lugar más profundo conocido en los océanos de la Tierra con casi 11.000 metros de profundidad. Esta fosa marina contiene sedimentos, en su mayoría, de origen pelágico, ricos en arcilla y restos orgánicos que han descendido de las capas superiores del océano. Aquí encontrarás más información sobre la Fosa de las Marianas: profundidad, dónde está y animales.

La Fosa de Tonga

Los sedimentos en la Fosa de Tonga son también pelágicos, con una alta proporción de material volcánico debido a la actividad geológica cercana. Localizada en el suroeste del Océano Pacífico, es resultado de la subducción de la Placa del Pacífico bajo la Placa Indo-Australiana. Es la segunda fosa más profunda con una profundidad máxima de más de 10.800 metros. La fosa alberga organismos extremófilos y una diversidad de especies abisales que son objeto de estudio en la biología marina profunda.

La Fosa de las Kuriles

Esta fosa, situada en el noroeste del Pacífico, se ha formado por la subducción de la Placa del Pacífico bajo la Placa Norteamericana y alcanza profundidades de más de 10.500 metros. Está compuesta por sedimentos arcillosos y silíceos, con depósitos ricos en materia orgánica que sustentan un ecosistema abisal específico con organismos adaptados a la presión como cefalópodos y algunos tipos de peces de aguas profundas.

La Fosa de Filipinas

Caracterizada por una fauna abisal adaptada a la presión y al frío extremos, incluye microorganismos que se alimentan de detritus orgánicos y fauna endémica. Con sedimentos que incluyen depósitos de turbiditas y ricos en material biogénico debido a la productividad de las aguas superficiales cercanas. Corresponde a una zona de subducción entre la Placa Filipina bajo la Placa Euroasiática, y que se extiende a profundidades que exceden los 10.000 metros.

Ahora que ya sabes qué son las fosas oceánicas y cómo se forman, también te pueden interesar estos otros posts sobre las Flechas litorales: qué son y cómo se forman y la Llanura abisal: qué es, características y vida.

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