Minerales
La Tierra es un planeta rocoso, es decir, está compuesta por rocas que a su vez se componen de minerales. Estos son sustancias naturales que se forman como resultado de la unión de elementos químicos simples o combinados entre sí, y poseen propiedades físicas y químicas, estructura atómica y composición específicas. Son el bloque de construcción de las rocas, el suelo y la arena de la Tierra. Existen más de 4,900 minerales en la corteza terrestre.
Definición y características
Existen más de 4,900 minerales en la corteza terrestre, pero solo unos 100 se hallan en suficiente abundancia como para ser extraídos. Algunos de los minerales más conocidos, de menor a mayor dureza, son el talco, el yeso, la calcita, la fluorita, la apatita, la ortoclasa, el cuarzo, el topacio, el corindón y el diamante. Estos 10 minerales conforman la escala de Mohs, que sirve para comparar la dureza de todos los minerales. Todos los minerales son sólidos inorgánicos, es decir, no son líquidos ni gases y aunque forman parte de la naturaleza no tienen vida y no se forman como parte de la actividad de seres vivos, salvo en casos muy específicos como el del carbón. Los principales elementos que componen la mayor parte de los minerales son 8: oxígeno, aluminio, hierro, magnesio, silicio, potasio, sodio y calcio, y también componen el 99 por ciento de la masa de la corteza terrestre continental.
La mayoría se produce cuando roca fundida, gases o alguna solución caliente con alta concentración de ciertos elementos químicos se enfría o se evapora, entonces la presión y la temperatura del medio en donde están reorganiza o cambia los elementos y después se forman cristales que eventualmente son afectados por la presión y temperatura, por lo que un mismo mineral puede tener una apariencia distinta según la zona en donde fue afectado. Como se ha mencionado, los minerales forman cristales, que son cuerpos con superficies planas. Pueden ser muy grandes o tan pequeños como para ser difíciles de ver a simple vista. Es posible resumir las características de un mineral de la siguiente manera:
- Su composición química es fija o varía ligeramente debido a contaminantes que les pueden conferir colores o formas diversas. Por ejemplo, el diamante puede ser contaminado con boro u otras sustancias y adquirir un color rosado, azul, etcétera.
- Se trata de una sustancia sólida, en la que sus constituyentes están distribuidos formando redes espaciales geométricas y su forma y volumen permanecen constantes.
- Su origen es generalmente inorgánico, pero a partir de un proceso natural.
Propiedades físicas
Color. Varía mucho, por supuesto. Los minerales idiocromáticos se presentan siempre con el mismo color, y las impurezas o contaminantes no afectan significativamente su color original. Ejemplo: la malaquita. Los alocromáticos presentan diversos colores o tonos, de acuerdo con la zona de donde provengan y las impurezas que los afecten.
Color de la raya. Es el color del mineral pulverizado. Naturalmente, se observa cuando la superficie fresca se araña con un objeto más duro o sobre otra superficie.
Brillo. Es la forma en la que la superficie del mineral refleja la luz. Existen brillos adamantinos (semejantes al del diamante), vítreos (parecidos al del vidrio) y terrosos (que reflejan muy poco la luz), entre otros. -Luminiscencia. Emisión de luz que no se debe a la incandescencia. No todos la presentan. -Conductividad. Capacidad para conducir la corriente eléctrica.
Propiedades magnéticas. Capacidad para atraer o repeler otros materiales. La magnetita es un ejemplo de mineral altamente magnético.
Dureza. Se define como la resistencia que su superficie opone al ser rayada por un material punzante. Cada mineral puede ser rayado por otros más duros que él; así, el talco puede ser rayado por el yeso, pero el diamante no puede ser rayado por ninguno de los dos porque es mucho más duro que ellos.
Fractura. Es el aspecto (astilloso, terroso, irregular, etcétera) que muestra un mineral tras haber sido roto.
Exfoliación. Se observa cuando la superficie de un mineral se rompe en superficies planas después de haber sido golpeada.
Tenacidad. Respuesta del mineral al ser objeto de esfuerzos para romperlo o deformarlo. Algunos son dúctiles y se estiran en hilos, otros son frágiles y se rompen fácilmente aun con esfuerzos débiles, unos más son maleables si pueden ser extendidos en láminas (como el oro y el cobre). También los hay elásticos si se deforman y recuperan su forma después del esfuerzo, y plásticos si la deformación es permanente.
Clasificación
Según su origen, pueden ser:
- Magmáticos. Se forman por cristalización a partir de magma. Suelen ser muy duros y poseer brillo vítreo.
- Sedimentarios. Su origen se debe a procesos sedimentarios, como el yeso, la fluorita y la silvina.
- Filonianos. En este caso, su formación ocurre en unas grietas de la corteza terrestre llamadas filones.
Según su estructura química, los minerales pueden ser:
- Elementos nativos. No están químicamente unidos a otros elementos. Pueden ser metálicos, semimetálicos y no metálicos. Ejemplos: Oro, plata, cobre, arsénico y azufre.
- Sulfuros. La mayoría son opacos, tienen un brillo metálico y son buenos conductores del calor y la electricidad. Ejemplos: Pirita, cobaltita, galena y molibdenita.
- Haluros o halogenuros. Suelen ser suaves, quebradizos y solubles en agua. Ejemplos: Halita, fluorita, silvinita y atacamita.
- Óxidos e hidróxidos. En ellos, el oxígeno se combina con uno o más metales. Ejemplos: Cromita, manganita, rutilo y magnetita.
- Carbonatos y nitratos. Tienen dureza media o baja. Ejemplos: calcita, magnesita, dolomita y cerucita.
- Boratos. Tienden a ser blancos, grises, transparentes a translúcidos o incoloros. Ejemplos: bórax, kernita, boracita y ulexita.
- Sulfatos y afines. Son suaves, frágiles y transparentes o translúcidos. Ejemplos: Yeso, barita, melanterita y anglesita.
- Fosfatos, arseniatos y vanadatos. Se caracterizan por su vivo color. Ejemplos: Turquesa, vanadinita, carnotita y monacita.
- Silicatos. Son los más abundantes en la Tierra. Ejemplos: Granate, turmalina, berilo y zircón.
- Compuestos orgánicos. Contienen carbono orgánico. Ejemplos: Carbón mineral, melita y abelsonita.
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