Anfibolita: qué es, propiedades y cómo identificar esta roca
La anfibolita es un tipo de roca metamórfica que se desarrolla en contextos orogénicos donde se producen unas condiciones de temperatura entre 600-700 ºC y valores de presión entre 5,1-7 Kb. Este entorno metamórfico de medio-alto grado acontece en márgenes convergentes de placas. Sigue leyendo este artículo de GEOenciclopedia para aprender más sobre qué es la anfibolita, sus propiedades y cómo identificar esta roca.
Qué es la anfibolita
La anfibolita es una roca metamórfica de grado medio a alto que se caracteriza principalmente por la presencia de anfíboles, en especial la hornblenda, y a menudo plagioclasa de tipo anortita. La textura de la anfibolita es típicamente de grano medio a grueso, aunque puede mostrar una orientación preferente de los anfíboles, conocida como foliación. Sin embargo, el grado avanzado de metamorfismo normalmente destruye esta característica mineralógica, dotando a la roca de un aspecto granular.
La formación de las anfibolitas resulta principalmente a causa del metamorfismo regional, típicamente asociado con procesos orogénicos donde las placas tectónicas subducen o colisionan. Las facies anfibolíticas pueden proceden de protolitos básicos o ultrabásicos que desarrollan minerales subordinados como epidota y titanita cuando se trata de la variedad de alta presión. Las variedades de anfibolita de baja presión desarrollan otros minerales metamórficos como cordierita y andalucita.
En otras condiciones las anfibolitas pueden incluir minerales de alta presión como la cianita o elevada temperatura como el feldespato potásico. Como puede entenderse, y adicionalmente a las condiciones termodinámicas y el tipo de metamorfismo, la composición química tiene un importante papel en la formación de las anfibolitas y de cualquier otra roca.
La disposición de elementos químicos ya sean presentes en el protolito como añadidos de una fuente externa, así como las condiciones a los que sean sometidos, determinarán el tipo de minerales que pueden llegar a formarse. A continuación, incluiremos otras características habituales de las anfibolitas.
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Propiedades de la anfibolita
Las anfibolitas son reconocidas por su color oscuro, típicamente negro o verde, y por su textura foliada que refleja la alineación de los minerales de anfíbol en los ejemplares de menor grado. Cuando esto ocurre podemos hablar de una textura nematoblástica. Aun así, pueden exhibir una textura granoblástica a medida que avance el grado de metamorfismo, donde los minerales poligonales exhiben multitud de puntos triples al microscópico.
Son rocas densas y duras, lo que les confiere una excelente resistencia mecánica. La composición mineralógica de las anfibolitas puede variar, pero generalmente incluyen altos porcentajes de hornblenda y plagioclasa, y pueden contener menores cantidades de minerales como biotita, granate y otros silicatos.
Las propiedades microscópicas del anfíbol sirven para inferir las condiciones de temperatura que sufrió el mineral durante su formación. Definir el color y el pleocroísmo del anfíbol facilita establecer esas condiciones térmicas. Por ejemplo, un pleocroísmo que varíe entre el verde y el azul indica menores temperaturas que aquellos que oscilan entre el verde y el castaño.
Cómo se forman las anfibolitas
Las anfibolitas se forman a través de procesos de metamorfismo regional, donde rocas preexistentes, como basaltos o gabros, se transforman bajo condiciones de alta presión y temperatura. Este proceso puede estar asociado con la subducción de la corteza oceánica o con colisiones continentales. Durante el metamorfismo, los minerales originales se reorganizan y nuevos minerales crecen en respuesta a las condiciones de presión y temperatura, dando lugar a la textura y composición características de la anfibolita.
Es importante recordar que los límites que separan las paragénesis de las rocas metamórficas no son estrictos. Es decir, las propiedades que se puedan observar macroscópicamente y que sirven para clasificar la roca texturalmente, pueden diferir de las observaciones microscópicas. Por ejemplo, puede observarse hornblenda y anortita prismática en una muestra de mano y determinar la roca como una anfibolita. Mientras, a nivel macroscópico, la presencia de ortopiroxeno y granate nos indica que tenemos una roca perteneciente a las facies granulíticas.
En ocasiones puede darse la presencia de minerales metaestables, propios de condiciones de temperatura y presión que no corresponden a la paragénesis metamórfica. Esto ocurre cuando las anfibolitas contienen minerales de otras facies metamórficas como la clorita o la tremolita. Al final, la relación mineralógica nos habla en mayor detalle de las condiciones de formación y las transformaciones posteriores que pueden haberse producido.
A su vez los minerales con hábitos fibrosos como la sillimanita se transforman en ejemplares prismáticos a medida que avanzamos hacia las condiciones de formación de las granulitas. Al mismo tiempo, el aumento de temperatura y presión aumenta la proporción de minerales anhidros. Como viene ocurriendo en otras ocasiones, se trata de una transición mineral donde muestras de diferentes facies pueden convivir sin que eso se considere una contradicción mineralógica.
Cómo identificar una anfibolita
Identificar una anfibolita puede realizarse observando varias características clave que permiten hacer, al menos, una clasificación preliminar:
- Color y textura: las anfibolitas suelen ser oscuras, con tonos que van del negro al verde oscuro, con minerales visibles de hornblenda y plagioclasa. Además, tienen una textura foliada debido a la alineación de los minerales de anfíbol en algunos casos. En otros predomina la textura granoblástica.
- Composición mineral: aunque las anfibolitas son predominantemente compuestas por anfíboles (especialmente hornblenda), la presencia de plagioclasa es también un indicativo. Estos minerales pueden identificarse por su brillo vítreo y su dureza, que puede ser verificada mediante pruebas de rayado.
- Densidad y dureza: la anfibolita es más densa y dura en comparación con otras rocas metamórficas de grano fino. Gracias a ello, se utiliza asiduamente como material de construcción.
Para los geólogos y otros profesionales, es importante contar con un kit de herramientas básicas de campo que incluya una lupa de mano, un martillo geológico y quizás ácido para realizar pruebas previas de composición mineral. Estas herramientas permitirán una observación más detallada y una identificación más precisa en el campo. En cualquier caso, no se puede identificar una roca de forma completa hasta no realizar análisis en laboratorio que apoye o complete las interpretaciones de campo.
Ahora que ya sabes qué es la anfibolita, descubre las Rocas filonianas: qué son, características, tipos y ejemplos.
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- UGR. 2004. Petrología metamórfica Asistente de Prácticas. Disponible en: https://www.ugr.es/~petgquim/descargas/CPM.pdf