Mar Arábigo

Mar Arábigo

El mar Arábigo, mar de Omán o mar de Arabia es un gran cuerpo de agua salada que supone una importante ruta de comercio entre Europa y el subcontinente Indio desde que los hombres se dieron cuenta de que podían navegarlo a través de largas distancias. Siglos atrás era llamado mar Pérsico, mar Eritreo y mar Índico, entre otros nombres.

Descripción del Mar Arábigo

El mar Arábigo se localiza en el noroeste del océano Índico. Está limitado al oeste por el Cuerno de África y la Península Arábiga con Yemen y Omán en sus bordes, al este por el subcontinente Indio, al norte por Pakistán e Irán y al sur por parte del océano Índico. Sus aguas mojan las costas de India, Pakistán, Yemen, Omán, Irán, Yibuti, Somalia y las islas Maldivas. Curiosamente, no existen islas en medio del mar, en donde la profundidad supera los 3,000 metros. En su área se incluyen el Golfo de Adén, el Golfo de Khambhat, el Golfo de Kutch y el Golfo de Omán, el cual está conectado con el Golfo Pérsico a través del estrecho de Ormuz. De todos estos cuerpos más pequeños, el Golfo de Adén y el Golfo de Omán son sus ramas más importantes.

El Indo es el más relevante río que desemboca en su área. La superficie total del mar Arábigo es de aproximadamente 3.8 millones de km2, mientras que su profundidad máxima es de unos 4,652 metros. Su punto más profundo es Wheatley Deep, que mide alrededor de 5,800 metros desde el nivel del mar hasta la parte más honda. Además, en la zona más dilatada registra hasta 2,400 kilómetros; es uno de los mares más anchos.

El clima de la cuenca del océano se describe como tropical a subtropical, mientras que sus aguas son relativamente cálidas; el centro registra un promedio de 25 ºC. Las características de sus aguas están fuertemente influenciadas por los monzones que se presentan en la región. Lo que ocurre es que a mitad del año, más o menos entre abril y octubre, los vientos provienen del suroeste, mientras que en el resto del año soplan en dirección contraria. Durante esos meses ocurren cambios específicos: la superficie del mar se enfría, el rumbo de las corrientes oceánicas se invierte, se produce una Zona de Mínimo Oxígeno (OMZ, por sus siglas en inglés) caracterizada por la disminución del oxígeno en una región del mar, y la formación de surgencias (aguas movidas por el viento que arrastran gran cantidad de nutrientes) que afectan Omán, Yemen y hasta Somalia. Debido a estas surgencias, la región norte del mar es rica en fauna y flora especialmente durante la temporada monzónica.

Formación del Mar Arábigo

La formación del mar Arábigo está ligada a la del océano Índico puesto que forma parte de este. En primer lugar, antes del Índico estuvo el Tetis, un gran océano que separaba parte de Gondwana, al sur, y Laurasia, al norte, durante la mayor parte de la era Mesozoica. Se cree que entre el Jurásico y el Cretácico tardío Gondwana comenzó a fragmentarse de modo que empujó a lo que hoy son África e India hacia el norte, y el espacio de agua se abrió considerablemente. Así comenzó a aparecer el sur del océano Índico, bajo el subcontinente del mismo nombre.

En el Cretácico tardío, hace aproximadamente 100-90 millones de años, Madagascar y la India se separaron definitivamente y el joven Índico aumentó su espacio, pero también el mar Arábigo comenzó a tomar forma hacia el norte. En tanto India se movía unos 15 centímetros por año hacia Europa, el mar de Tetis se cerró en el este, y la placa Africana comenzó a moverse en dirección oeste-noroeste. A principios de la era Cenozoica, los océanos Índico y Atlántico no cesaron de expandirse hasta terminar con el océano Tetis.

Biodiversidad del Mar Arábigo

El mar Arábigo posee un clima muy cambiante debido a las diferencias de temperatura entre sus aguas y las tierras emergidas, lo que finalmente provoca los monzones. En general, existen varios tipos de hábitats marinos como arrecifes coralinos, praderas de pastos marinos, bancos de arena y manglares costeros que fungen como hogar de las más variadas especies de peces e invertebrados marinos.

La flora está representada en su mayor parte por algas rojas, marrones y verdes, mientras que la fauna es un espectáculo de vida grande y pequeña, que sobrevive gracias a una cadena alimentaria que inicia con el plancton, alimentado por los nutrientes que suelen llegar por las surgencias durante la temporada del monzón y en el resto del año. Los peces linterna, la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), el dugongo (Dugong dugon), las barracudas, los peces damisela, el rorcual aliblanco (Balaenoptera acutorostrata), el rorcual común (Balaenoptera physalus), el cachalote (Physeter macrocephalus), la orca (Orcinus orca) y varias especies de langostas, cangrejos y delfines son vistos en el mar Arábigo con regularidad.

Amenazas del Mar Arábigo

Este mar ha sido una ruta marítima comercial vital entre Europa y Asia, por lo que la navegación en sus aguas es una actividad primordial y frecuente. Por lo tanto, es comprensible que su riesgo ante los problemas ecológicos derivados de las actividades humanas sea muy alto. Por ejemplo, en la época contemporánea se han producido algunos derrames de petróleo que han dañado la salud y matado múltiples animales, incluidas aves marinas. Al igual que en la mayoría de los cuerpos de agua, la contaminación por basura y por el vertido de sustancias químicas es una amenaza constante. Por otro lado, la pesca ejerce mucha presión sobre la biodiversidad marina: no siempre se realiza de forma sostenible, y además, los métodos de captura pueden implicar pesca incidental, es decir, la pesca accidental de especies no contempladas que pueden quedar atoradas en las redes de enmalle. Durante las últimas décadas, las actividades relacionadas con las guerras se han sumado a la lista de amenazas que acechan al mar Arábigo.

Si deseas leer más artículos parecidos a Mar Arábigo, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Los Mares.