Hidrosfera: qué es y características

Cuando pensamos en el planeta Tierra, sabemos que, aunque se llame así, la mayor parte de él se compone de agua en diferentes estados. La hidrósfera o hidrosfera es la totalidad del agua que hay sobre la superficie terrestre y debajo de ella, circulando de un sitio a otro y cambiando su estado físico. En definitiva, la hidrosfera está compuesta por ríos, arroyos, lagos, lagunas, agua subterránea, océanos, glaciares, nubes, lluvia y nieve.

A continuación, mencionaremos las características de la hidrosfera que no debes perderte:

• La hidrósfera surgió de la atmósfera primitiva, por condensación y solidificación del vapor de agua contenido en ella.
• El agua cubre aproximadamente 3/4 partes de nuestro planeta.
• La hidrosfera, gracias a su dinamismo, permite la vida en la Tierra, modela el relieve y regula el clima.
• Se denomina criosfera a la parte de la hidrosfera que se encuentra congelada, la cual incluye glaciares, icebergs o témpanos y banquisas o capas de hielo flotante.

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Si bien el agua puede definirse molecularmente como dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno, el agua que fluye sobre la Tierra es mucho más que eso. Según la masa de agua y su profundidad, puede variar su composición o contenido de sales, minerales, oxígeno y más.

Por un lado, los mares y océanos presentan una salinidad media superior que otros cuerpos de agua. Sus sales principales son cloro, sodio y, en menor proporción, sulfatos y sales de magnesio.

Por otro lado, resulta difícil englobar la composición de las aguas dulces bajo una misma cantidad de sales y minerales, puesto que la composición de la misma depende de la naturaleza de los terrenos y rocas por los que fluye. Sin embargo, a modo de generalidad, las aguas dulces suelen contener carbonatos, sulfatos, potasio, calcio, sodio, entre otros compuestos.

Curiosamente, la distribución del agua en la Tierra es dispar: en algunas regiones abunda mientras que en otras más bien escasea. Sumado a ello, la proporción en la cual se presenta el agua en sus distintas formas también es desigual, aproximadamente de la totalidad de agua que existe en la Tierra:

• el 97,5% se corresponde a océanos.
• el 1,8% se presenta como glaciares.
• el 0,6% se halla como agua subterránea.
• el 0,015% es agua dulce, esto es, ríos, lagos y lagunas alimentados por precipitaciones.
• el 0,005% proviene de la humedad de los suelos.
• el 0,0009% se encuentra como vapor de agua en la atmósfera,
• y el 0,00004% forma parte de la materia viva.

Estas cifras demuestran lo escasa que es el agua disponible para consumo, un recurso esencial para la vida en la Tierra. Además, en muchas regiones del mundo, la disponibilidad de agua dulce se encuentra en descenso, resultado de las alarmantes consecuencias del cambio climático. Por ello, es urgente garantizar la conservación del recurso en pos de asegurar a las generaciones futuras el acceso a agua de calidad.

Como mencionamos con anterioridad, la hidrosfera es dinámica: a partir de una serie de procesos su estado físico va cambiando, completando así el ciclo hidrológico o ciclo del agua.

• En principio, el agua a través de la condensación, cambia su estado gaseoso a líquido y precipita desde la atmósfera en forma de lluvia, granizo, nieve o aguanieve. Una fracción cae sobre los océanos, mientras que otra fracción de precipitaciones cae sobre la tierra y, por gravedad, escurre hacia los distintos cuerpos de agua. Sin embargo, parte de lo precipitado sobre la tierra puede infiltrarse, a través de las rocas y porosidad del suelo, y acumularse subterráneamente en acuíferos.
• En un proceso contrario, el agua de la superficie retorna a la atmósfera mediante la evaporación, proceso en el cual el agua líquida de las masas de agua terrestres se convierte en vapor. Las plantas también colaboran en el proceso de retorno, a través de la transpiración. Particularmente, las plantas con sus raíces, toman el agua desde el suelo para sus procesos metabólicos y parte de ella se transforma en vapor y es devuelta a la atmósfera.
• Por otra parte, existe un tercer proceso de cambio de estado físico, la sublimación: el agua pasa de estado sólido (hielo) directamente a estado gaseoso (vapor). Tal como la evaporación, durante la sublimación el agua regresa a la atmósfera. Sin embargo, para que suceda este proceso deben darse condiciones precisas: la presión atmosférica y la humedad ambiente deben ser muy bajas.

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Cuando hablamos de contaminación de la hidrosfera, nos referimos a alteraciones en las propiedades físicas y químicas del agua. Dichas alteraciones tienen impactos directos en la biodiversidad, ecosistemas y, en definitiva, en la calidad de vida humana.

Lamentablemente, la contaminación de la hidrosfera es principalmente de origen antropogénico, es decir, producto de la actividad humana. Alguna de las principales fuentes de contaminación provienen de:

• Actividad residencial: resultado del uso de viviendas, comercios y servicios.
• Actividad agrícola-ganadera: producto del uso de fitosanitarios, fertilizantes y efluentes de la ganadería.
• Actividad industrial: son los desechos eliminados por las industrias que, según su actividad, varían en cuanto a peligrosidad.

Una vez más, nuestras actividades cotidianas nos llaman a reflexionar sobre el uso irracional y desmedido que estamos ejerciendo sobre un recurso tan importante para la vida: el recurso hídrico o del agua.

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