Erupción Solar

Erupción Solar

Una erupción solar se define como una variación repentina, rápida e intensa de brillo que se observa en la superficie del Sol debido a una explosión de gases calientes. El fenómeno fue descubierto en 1859, cuando los científicos Richard Carrington y Roger Hodgeson reportaron una llamarada dentro de un grupo de manchas solares. Una emisión de 1032 ergios de energía por segundo es unas 10 veces superior a la energía que una erupción volcánica en la Tierra libera. La mayor erupción solar que se ha detectado fue precisamente la de 1859.

 

Definición de erupción solar

Una erupción solar se define como una variación repentina, rápida e intensa de brillo que se observa en la superficie del Sol debido a una explosión de gases calientes. Libera una gran cantidad de energía en forma de radiación electromagnética, partículas energéticas y movimientos de masa, pero varía en intensidad y frecuencia.

Las erupciones solares tienen lugar en regiones activas del Sol, áreas de fuerte campo magnético, y especialmente en las manchas delta que son regiones de gran complejidad magnética. Pueden ocurrir varias veces al día en períodos muy activos, o hasta una vez por semana (o menos) durante períodos tranquilos. Lo más común es que se engendren grandes erupciones solares; las erupciones menores son menos frecuentes. ¿Y qué es lo que producen las erupciones solares? Pueden producir rayos X y rayos gamma.

Para detectar una erupción solar, son necesarios instrumentos especializados como los telescopios ópticos ubicados en el espacio. Algunas emisiones ópticas pueden ser observadas con telescopios desde la Tierra, pero por ningún motivo debe mirarse una erupción solar directamente ya que los ojos resultarían dañados.

El fenómeno fue descubierto en 1859, cuando los científicos Richard Carrington y Roger Hodgeson reportaron una llamarada dentro de un grupo de manchas solares. Esta primera erupción observada fue muy potente y dejó rastros de berilio-10 y nitratos en el suelo de Groenlandia. A partir de entonces los científicos comenzaron a poner atención al fenómeno, por lo que se han observado numerosas erupciones solares más.

Tipos de erupciones solares

Las erupciones solares se clasifican de acuerdo con el pico de flujo de rayos X. Pueden ser A, B, C, M o X y cada letra representa un aumento en la producción de energía 10 veces mayor que la letra anterior, así que una erupción de clase C libera 10 veces más energía que una de clase B. Dentro de cada clase (letra) existe una escala del 1 al 9. Las erupciones más pequeñas o débiles son de clase A, mientras que las mayores corresponden a la clase C.

Origen y desarrollo de las erupciones solares

Una erupción solar ocurre cuando los campos magnéticos de las manchas solares explotan, por lo que para que una erupción solar ocurra, la energía magnética acumulada en la atmósfera del Sol tiene que ser liberada de forma súbita. Entonces la radiación se emite a todo el espectro electromagnético y mientras esto sucede, las partículas solares como los neutrones, los protones y los núcleos pesados se calientan y aceleran en la atmósfera del Sol. Si la erupción es grande, tiene el potencial de emitir hasta 1032 ergios de energía por segundo.

Una erupción solar se desarrolla en tres fases, que duran de segundos hasta 1 hora:

  1. Etapa precursora. La liberación de energía magnética es desencadenada.
  2. Etapa impulsiva. Los protones y electrones son acelerados hasta que exceden 1 megaelectronvoltio (MeV). En esta etapa se emiten rayos X duros, ondas de radio y rayos gamma.
  3. Etapa de decadencia. Durante esta última etapa sobreviene el decaimiento de los rayos X blandos.

Efectos de las erupciones solares

Aunque no lo creas, las erupciones solares pueden incidir negativamente en los seres humanos. La radiación emitida constituye un riesgo para las naves espaciales y los astronautas.

Las erupciones de clase C son demasiado débiles para provocar daños directos en la Tierra, pero las que pertenecen a la clase M son tan potentes que causan tormentas de radiación menores y apagones de radio breves en las zonas de los polos.

Las erupciones solares más intensas ocasionan largas tormentas de radiación con el consecuente daño a los satélites, los sistemas de telecomunicación y las redes eléctricas. Los científicos creen que una gran erupción solar dirigida hacia la Tierra puede causar “apagones” generalizados en Gran Bretaña, pero desde luego, las zonas de afectación podrían ser más grandes.

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