¿Cómo se Forma un Volcán?

¿Cómo se Forma un Volcán?

La Tierra siempre está en movimiento y no solo hablamos de todo lo que ocurre en su superficie, sino de aquello que se encuentra debajo de nosotros y de cada rincón del mundo. Uno de los resultados de estos movimientos son las montañas, de donde surgen los grandes volcanes que poseen características propias e identificables. El nacimiento de los volcanes no es más que el producto del acomodo de las placas tectónicas.

Una placa tectónica es un fragmento de la litosfera conformado por corteza continental y/u oceánica. La litosfera podría explicarse como la capa más exterior y más rígida de la Tierra, capaz de soportar enromes cargas superficiales, tales como los volcanes. Debajo de la litosfera se encuentra la astenósfera, que es la zona superior del manto terrestre. En el interior de cada una de las placas tectónicas se tiene poca actividad sísmica y volcánica, pero en sus bordes o límites, dicha actividad se vuelve frecuente y muchas veces, peligrosa, pues es aquí donde ocurre la interacción entre una y otra, reflejándose para nosotros en terremotos y volcanes.

Placas tectónicas

A nivel global existen 14 placas tectónicas, las cuáles son: Norteamericana, Sudamericana, Caribeña, del Pacifico, Africana, Arábica, Escocesa, Euroasiática, Filipina, India, Australiana, Juan de Fuca, Nazca y Antártica. Si observamos detenidamente el área que abarca el Cinturón de Fuego del Pacífico, podremos notar que reposa justamente en los

límites de varias placas tectónicas, como la de Nazca, la placa Sudamericana y sobre todo, la gran Placa del Pacífico. Este es el motivo por el cual la actividad volcánica de ahí es muy elevada y los países que son atravesados están en monitoreo constante en caso de desastre. En el Cinturón de Fuego del Pacífico ocurre gran actividad volcánica por límites de placas.

Formación por movimiento de placas

La actividad volcánica se relaciona directamente con la existencia de calor y presión en zonas medianamente profundas de la corteza terrestre, o en cámaras magmáticas muy próximas a la capa del manto. Las placas tectónicas reaccionan ante esas fuerzas que provienen de la alta temperatura interna del planeta y los efectos ocurren en los márgenes de dichas placas. Existen tres tipos de márgenes: divergentes, convergentes y transformes.

Tipos de volcanes: Divergentes

Los márgenes Divergentes o Constructivos, son fracturas en la litosfera donde dos placas se separan en direcciones opuestas. Por ejemplo, la ciencia descubrió que hace 250 millones de años no existía el océano Atlántico y solo había una gran masa de tierra, la cuál, hace aproximadamente 200 millones de años se dividió por ejes de expansión provocando su fragmentación. Es decir, por movimientos divergentes, la litosfera se dividió y dio origen a los continentes que hoy conocemos.

Claro, esto llevó muchísimo tiempo. Los volcanes divergentes son aquellos que se forman en zonas donde las placas tectónicas divergen una de otra, pues en esa zona la corteza oceánica se separa y se estira, formando una capa débil por donde el magma aprovecha para ascender con ayuda del impulso de las corrientes de convección. Como prueba de ello, muchos grandes volcanes se ubican muy cerca de las zonas costeras.

Tipos de volcanes: Convergentes

Los márgenes Convergentes ocurren cuando dos placas se mueven una frente a otra, exactamente lo contrario al divergente. En estos casos, una de las placas debe ponerse debajo de la otra, lo que se refiere a una zona de subducción, o bien, ambas placas chocan frontalmente para referirnos a una zona de colisión. El choque de placas produce engrosamiento de la corteza continental.

Si ocurre la primera opción, a medida que la placa de abajo se hunde en la astenósfera, se va fundiendo para convertirse en magma y una parte de este alcanza la superficie para formar volcanes. Por esa razón, las zonas de subducción están resaltadas por formaciones paralelas de volcanes de intensa actividad donde se presentan sismos que van desde focos someros hasta focos profundos. La Falla de San Andrés es el ejemplo más conocido de márgenes transformes.

Transformes las placas

En los márgenes Transformes las placas se deslizan unas frente a otras, paralelamente en direcciones contrarias, triturando y rebajando sus orillas. Esto crea terremotos, algunos de gran magnitud, pero la mayoría de las fallas transformes no tienen actividad volcánica asociada. No obstante, a veces ocurren separaciones entre las placas que resultan en movimientos volcánicos. La Falla de San Andrés es el ejemplo más conocido en el mundo, pues la cantidad e intensidad de terremotos que podría producir, mantiene en peligro a varias ciudades importantes con altos índices de población.

Con lo anterior, podemos saber que la formación de volcanes inicia en los límites de las placas tectónicas, tanto en las fronteras divergentes como en las de convergencia, y muy poco probable en las transformes. Asimismo, muchos volcanes se originan en los llamados “puntos calientes” (Hot spots en idioma inglés) donde el magma asciende desde la capa del manto. Al interior del manto se generan plumas de magma ascendente.

Cuando una de esas plumas alcanza la superficie, da lugar a la formación de volcanes. Los puntos calientes de la Tierra se mantienen activos por millones de años. En resumen, a estas distancias bajo tierra, es normal el ascenso de gases y fluidos de distintas densidades y temperaturas, siendo el magma un elemento muy caliente que tiende a subir hasta ser expulsado a la superficie.

Cuando el magma y todos los demás materiales sólidos, líquidos y gaseosos encuentran el conducto que les permitirá liberarse al exterior, se forma lentamente una estructura cónica alrededor de la boca de la fuente de emisión, por lo que en palabras más breves y concretas, un volcán es el resultado de un complejo y a veces muy lento proceso que incluye la formación, el ascenso, la evolución, la emisión de magma y el depósito de los materiales volcánicos.

Formación de un estratovolcán

Un estratovolcán es una edificación volcánica cuyo cono es construido por la múltiple sobreposición de materiales expulsados por ese mismo volcán. Por tal motivo, los estratovolcanes suelen tener enormes alturas. Algunos vulcanólogos se refieren a estos como volcanes poligenéticos. La formación de los estratovolcanes se divide en tres fases.

Los estratovolcanes son comunes en zonas de subducción y su formación se divide generalmente en tres fases: En la primer fase la superficie no cuenta aún con la forma volcánica. El magma debe encontrar fisuras de respiración para después emerger en la superficie.

En la segunda, el magma consigue crear una salida hacia la superficie debido a la menor densidad de este respecto a las rocas. En la tercer fase, la presión acumulada generada por el magma, produce una explosión que crea una abertura denominada cráter donde son liberados fragmentos, ceniza, gases y otros elementos del subsuelo.

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