Si cada vez que escuchamos sobre áreas naturales protegidas nos viene a la mente un bello paisaje, probablemente con algún cuerpo de agua, árboles y animales, estamos en lo correcto. Estas extensiones representan la total pureza que aún existe en la Tierra. Un área protegida se explica como un gran espacio geográfico definido, regulado y gestionado que no ha sufrido alteraciones significativas por actividades humanas o donde se requiere una preservación o restauración mediante programas legales de ordenamiento ecológico, todo esto con el fin de lograr la conservación a largo plazo de la biodiversidad y sus valores culturales asociados.
egún datos de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y el Centro de Monitoreo de la Conservación Ambiental del PNUMA, el 14.7 por ciento de todas las tierras del planeta y el 10 por ciento de las aguas territoriales están bajo algún tipo de protección, ya sea mediante parques nacionales o áreas de conservación. Este casi 15 por ciento se traduce a 202.467 áreas protegidas que cubren cerca de 20 millones de km2 de todo el mundo, con excepción de la Antártida. Dichos porcentajes pueden sonar alentadores, pero la realidad es que ocho de cada diez áreas importantes para la biodiversidad carecen de una protección completa y rigurosa.
Actualmente se busca incrementar el espacio protegido de manera que varias áreas queden conectadas para permitir un mejor flujo de elementos naturales y seres vivos. Esto no significa que las poblaciones sean removidas, al contrario, es de mucha importancia que los habitantes de comunidades locales participen en las acciones de protección y sean “vigilantes” ante actos ilegales. Este apoyo es fundamental para poder ampliar y conservar las áreas naturales. Para el año 2020 se pretende ascender a 17 por ciento en cobertura de protección mundial. Podría parecer que poco más de 2 por ciento es una cifra fácilmente alcanzable, pero los científicos estiman que ah
Importancia de las áreas protegidas
Los áreas protegidas se encuentran en todo el mundo y son esenciales para el desarrollo sostenible a través de actividades económicas como el ecoturismo. De tales actividades, los pobladores de comunidades indígenas obtienen ingresos para su supervivencia y la de sus familias. Los paisajes mantienen importantes valores culturales y muchos de ellos albergan formaciones únicas en el planeta o que tienen una antigüedad de cientos de años.
También son espacios donde el ser humano puede experimentar actividades deportivas y recreativas o bien, experimentar paz en un entorno lleno sonidos y olores naturales. De igual forma, las áreas protegidas son invaluables para la ciencia, pues investigadores de todo el mundo recorren sus rincones para el estudio y la educación.
Estos territorios son albergue de numerosas plantas y animales endémicos que dependen totalmente de los medios que su hábitat específico les da para sobrevivir. Cada ser humano tiene la enorme encomienda de proteger los lugares que visita. Si a usted le gusta viajar y visitar áreas naturales, ya sea protegidas o no, obedezca las indicaciones o señalamientos y evite dejar un impacto negativo, para que lo que usted contemple ahora pueda mantenerse muchos años más.
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